Turquía anunció el martes que estaba lista para lanzar una nueva operación militar contra la milicia kurda, aliada de Washington, en el norte de Siria, pese a los mensajes contradictorios de Donald Trump que alimentan la confusión sobre la posición de Estados Unidos.
«Todos los preparativos con vistas a una operación han sido terminados», indicó el ministerio turco de Defensa en su cuenta Twitter, reforzando la idea de que una ofensiva de Ankara contra las Unidades de protección popular (YPG) es inminente.
La tensión se ha avivado en el noreste de Siria desde que el domingo la Casa Blanca anunciara sorpresivamente la retirada de las tropas estadounidenses de la región.
La decisión se justificó porque Turquía se disponía a llevar a cabo «su operación prevista desde hace mucho tiempo» contra las YPG en Siria.
Sin embargo Trump, que daba la impresión de abandonar a las YPG –aliadas esenciales de Washington en la lucha contra el grupo Estado Islámico (EI) en la región– rectificó luego su posición, bajo la presión internacional y la de su propio campo republicano, y advirtió a Turquía que no «sobrepase los límites» pues en caso contrario EEUU «destruiría completamente» su economía.
Replicó este martes el vicepresidente turco, Fuat Oktay, y afirmó que Turquía «no es un país que actúa en función de amenazas».
«Cuando se trata de su seguridad (…), Turquía traza su propia vía», advirtió.
Turquía considera «terroristas» a las milicias kurdas YPG de Siria, debido a sus vínculos con el Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), una organización kurda que libra una sangrienta guerrilla en territorio turco desde 1984.
– En los próximos días –
Según el diario turco Hürriyet, una operación podría lanzarse en los próximos días, ya que el Estado mayor turco espera que termine la retirada de las fuerzas estadounidenses estacionadas en la zona.
Turquía contempla en un primer momento tomar el control de una franja de territorio de 120 km de largo y unos 30 km de ancho, entre las ciudades sirias de Tal Abyad y Ras al Ain, según Hürriyet.
El lunes por la noche, el ejército turco envió refuerzos, especialmente tanques, a varios puntos de su frontera con Siria.
AFP / Bulent KilicUn soldado turco monta guardia en Akcakale, cerca de la ciudad siria de Tel Abyad, el 8 de octubre de 2019
Ankara quiere crear una «zona de seguridad», especie de tampón de 30 km de profundidad que vaya del Éufrates hasta la frontera iraquí, es decir unos 480 kms.
Esta zona permitiría, según Ankara, acoger a parte de los 3,6 millones de sirios refugiados en Turquía, y separar la frontera turca de los territorios conquistados por las YPG durante la guerra en Siria.
En agosto, Turquía y Estados Unidos, dos aliados en el seno de la OTAN, acordaron crear juntos esta zona de seguridad. Pero Ankara criticó los retrasos de Washington en llevarla a cabo, y amenazó entonces con pasar unilateralmente a la acción.
Y, el domingo, tras una conversación telefónica entre Trump y su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan, el presidente estadounidense anunció su decisión de retirar a sus tropas de la zona, para abrir la vía a la operación turca, antes de matizar su posición.
– Preocupación internacional –
La anunciada operación turca en el norte de Siria ha suscitado rechazo internacional.
El gobierno británico se declaró el martes «profundamente preocupado» y advirtió al ejecutivo de Ankara que no apoya esta decisión.
También Irán –estrecho aliado del régimen de Damasco– expresó su «oposición» a una «acción militar» turca en Siria.
Después de vivir marginados y discriminados por las autoridades de Damasco, los kurdos instauraron una autonomía de facto en el norte del país, tras el conflicto que estalló en Siria en 2011.
Damasco, que rechaza esta autonomía, invitó este martes a los kurdos a regresar «a la nación», según un diario sirio favorable la régimen.
Vía – AFP