Este martes se llevó a cabo el primer debate de los precandidatos presidenciales del partido demócrata en Estados Unidos en el cual las políticas de atención médica estuvieron en el medio del debate.
Colocados lado a lado en el centro del escenario, los precandidatos a la presidencia Bernie Sanders y Elizabeth Warren replicaron a sus rivales más cautos, que ridiculizaron el plan de “Medicare para todos” y advirtieron que la “economía a la carta” pondría en peligro sus posibilidades de ganar la Casa Blanca en 2020.
Warren y Sanders han pedido un final radical del actual sistema de atención médica del país centrado en los planes de seguros de compañías privadas ofrecidos a 150 millones de trabajadores a través de sus empleadores. Pero sus opiniones fueron atacadas casi desde el comienzo del debate en un escenario del teatro en Detroit, en Michigan.
“No comprendo por qué se somete alguien a todas las complicaciones de competir por la presidencia de Estados Unidos sólo para hablar de lo que no podemos hacer y aquello por lo que no debemos pelear”, dijo Warren, senadora por Massachusetts, criticando la “falta de agallas” de los demócratas.
Sanders, senador por Vermont que se postula por segunda vez, se mostró de acuerdo: “Estoy un poco harto de demócratas que tienen miedo de las grandes ideas”. Aseguró que muchos estadounidenses viven “mes a mes” y que el sistema de cuidado médico es “disfuncional”. Indicó que el seguro médico “es un derecho, no un privilegio”, y que por eso luchará por Medicare para todos en su administración.
Por su parte, Warren, aseguró que la meta principal es ganarle al presidente y que en esta oportunidad se trata de reflejar que el demócrata es un partido político que lucha “por nuestra democracia y nuestra economía”.
Resaltó que ninguno de los candidatos quiere quitarle el seguro a nadie, “eso es lo que están haciendo los republicanos”. Agregó que el Medicare para todos “sí va funcionar” y que los costos van a subir para los más ricos y las corporaciones, no para la clase media.
El segundo debate, en el que participan la segunda mitad de los 20 precandidatos demócratas, está programado para el miércoles en la noche. Hoy está prevista la presencia del favorito, el ex vicepresidente Joe Biden, y la senadora por California Kamala Harris.
De ahora en adelante, el Comité Nacional Demócrata duplicará sus requisitos de recaudación de fondos y encuestas para calificar para participar en los próximos debates en septiembre y octubre.
El debate del martes comenzó con el himno nacional y la presentación de los primeros 10 candidatos, algo que para los menos conocidos fue importante para hacer llegar su mensaje al electorado, especialmente en un estado con tendencia republicana como Michigan. Fue el caso de Steve Bullock, gobernador de Montana, quien no calificó para el primer debate.
Bullock indicó que Trump va a ser un candidato “difícil” de derrotar”, pero que el candidato demócrata lo derrotaría presentándose, escuchando qué necesita la gente. Se definió como progresista y aseguró que de llegar a la Casa Blanca gobernará para todos los estadounidenses “que Washington ha dejado atrás”
Otra fue Marianne Williamson, autora de libros de motivación y una de las pocas candidatas que no tiene una carrera política. Williamson aseguró que los estadounidenses se volverán a levantar “para un nuevo sistema económico”, que no beneficie a las grandes corporaciones. “La política convencional no va solventar este problema porque la política convencional es parte del problema”.
Durante la presentación, John Hickenlooper, exgobernador de Colorado, aseguró que era “pragmático” y que la respuesta estaba en “unir a la gente” para poder hacer las cosas; mientras que Tim Ryan, representante por Ohio se enfocó en el tema económico e indicó que “no se trata de izquierda o derecha. Se trata de (algo) nuevo y mejor”.
Por su parte John Delaney, exlegislador de Maryland, resaltó sus raíces inmigrantes y aseguró que trae “buenas y verdaderas” soluciones. “Podemos derrotar a Trump y gobernar”, indicó.
Beto O’Rourke, ex representante por el estado de Texas y quien perdió en las elecciones de medio término contra Ted Cruz, indicó que este momento “nos va definir para siempre” y que más allá de las diferencias, “somos estadounidenses primero”.
Medicare o no
Los precandidatos moderados aprovecharon para poner en contexto sus opiniones acerca de la atención médica y si la opción del Medicare para todos era una solución adecuada y viable.
Medicare es el programa federal de seguro médico para personas de 65 años o más, en Estados Unidos.
La senadora Amy Klobuchar de Minnesota, que ha pedido más cambios en la política de atención médica, dijo: “Tengo ideas audaces, pero se basan en la realidad”.
Ambos desaprobaron que los demócratas, e incluso los moderadores, usaran “puntos de conversación republicanos” en este tema.
Pete Buttigieg, alcalde de South Bend, Indiana, quien indicó que el país se queda sin tiempo ante la “emergencia” que representa la presidencia de Trump, aseguró que era hora de dejar de preocuparse por lo que los republicanos van a decir.
“Defendamos la política correcta, salgamos y defendámosla”, indicó, señalando que incluso si los demócratas adoptan la agenda republicana, los republicanos los van a llamar socialistas.
En el caso de la senadora por Minnesota Amy Klobuchar, aseguró que como candidata tiene ideas “audaces”, pero que se pueden hacer realidad. Defendió una opción pública para el cuidado de la salud, como quería el expresidente Barack Obama.
Delaney se ha referido a la idea de Medicare para todos como un suicidio político, a lo que Sanders le respondió que estaba equivocado.
Trump en el debate demócrata
Los precandidatos demócratas, todos blancos y distanciados en el tema de la atención médica, se unieron el martes para criticar a Trump. Sanders llamó racista a Trump, mientras que otros dijeron que la retórica del presidente reaviva los recuerdos de los peores momentos en la historia del país, incluida la esclavitud.
“El legado de la esclavitud y la segregación y Jim Crow y la supresión sigue vivo y bien en todos los aspectos de la economía y del país hoy en día”, dijo el exrepresentante por Texas Beto O’Rourke, quien expresó su apoyo a crear un comité que estudie compensaciones para los descendientes de esclavos.
Trump dijo que seguiría el debate desde la Casa Blanca, aunque su cuenta de Twitter guardó un inusual silencio durante el programa.
Con información de La Voz de América