Un grupo de estudiantes de la Escuela de Química de la Universidad de Costa Rica (UCR), desarrollaron una serie de proyectos que demuestran que las frutas, vegetales y plantas no sólo son en fuente de energía, sino también una solución en materia de salud y ambiente.
En el último año de carrera, los futuros químicos deben llevar el curso Laboratorio de Procesos Industriales II, en el que mediante una simulación empresarial llamada “Prodin” (Producción, desarrollo e innovación), muestran su potencial para hacer emprendimientos.
La primera semana de diciembre presentarán sus productos en una feria, pero, aquí le adelantamos dos de los tres proyectos.
IndicaTeeth Natalia Arguedas Chinchilla y Josué Valladares Álvarez, crearon IndicaTeeth, un proyecto que impactará en la salud buco-dental de la población.
Detectaron que hay serios problemas en el cepillado dental y que la placa y el sarro que queda en los dientes – aún después del lavado – aumenta el riesgo de enfermedades.
Como se trata de bacterias microscópicas, ellos crearon un gel a base de remolacha, cuyo fin es “teñir” las zonas que no están limpias del todo y guiar a las personas en el correcto cepillado de dientes. El gel se coloca en los dientes con una brocha y se remueve con pasta dental, agua y un nuevo cepillado de dientes.
Silvia Jiménez Solera, Priscilla Castro Blanco, Paola Agüero Gamboa y Marian Vargas Guerrero, son las dueñas de Mapa-Mama, una empresa que desarrolló un biopolímero a base de una planta similar a la de plátano.
Se trata de la renealmia alpinia, que crece en América. En Quechua (lengua indígena) se llama misk’i p’anqa y ha sido destacada por sus grandes propiedades curativas.
Estas jóvenes obtuvieron el extracto de toda la planta y al mezclarlo con otros componentes naturales lograron desarrollar el biopolímero, que podrá reemplazar el plástico de un solo uso y reducir los niveles de contaminación.
Otras investigaciones y las suyas propias, les abrieron otra oportunidad.
El fruto de dicha planta posee gran valor antioxidante, por lo que lo usaron en un chocolate que será envuelto con el biopolímero.
Estos estudiantes demuestran, una vez más, que el talento nacional es capaz de cambiar nuestro entorno y el del planeta.