Las personas que se reservan un tiempo para estar solas presentan una reducción de síntomas de estrés y de riesgo de depresión o ansiedad, al involucrarse en actividades creativas.
Fue el descubrimiento de un estudio realizado por la Universidad de Buffalo, en Estados Unidos, que demostró que la soledad intencional, a diferencia del aislamiento social, trae muchos beneficios a la salud mental.
Para la investigación, se consultó a 295 personas y se les preguntó qué pensaban de la soledad y cómo aprovechaban el tiempo que tenían para sí mismos.
Las respuestas sugieren que un momento solitario es una garantía de privacidad, algo considerado deseable por los participantes en el estudio, y además permite ocuparse de actividades creativas.
Los investigadores observaron que los intervalos intencionales de soledad traen beneficios inmediatos al pensamiento y al cerebro para liberar impulsos creativos.
La creatividad, por su parte, se ha comprobado que reduce el estrés, ayudando al cerebro a funcionar con mayor eficiencia y a liberar dopamina, el neurotransmisor del placer.