Con la reforma fiscal superada, el presente año no debería traer mayores sobresaltos; sin embargo, los expertos advierten que podría tratarse de una ‘calma antes de la tormenta’
El 2020 será un año de estabilidad económica, pero no lo suficiente para disipar el pesimismo de los últimos años.
Así lo advierten economistas e industriales, que coinciden en que el presente año será mejor que los anteriores, pero las deudas en reactivación económica, empleo y control del gasto seguirán ahí.
“Será un año un poco mejor que el anterior, pero tampoco como para sentirnos satisfechos. El crecimiento económico va a seguir siendo bastante bajo, en el orden del 2%, eso no alcanza para reducir la pobreza ni el desempleo.
“La inflación seguirá siendo baja, de manera que por ese lado no hay mayores preocupaciones, la situación fiscal está más o menos bajo control con las reformas que ya se hicieron, sin embargo, la trayectoria del gasto público sigue creciendo más allá de las posibilidades del país y por lo tanto el crecimiento de la deuda pública se mantiene”, auguró el economista Eli Feinzaig.
El Poder Ejecutivo presentó a inicios de diciembre una nutrida agenda de proyectos para las sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa, iniciativas que el Gobierno y el propio Presidente aseguró están pensadas para “aliviar el bolsillo de los costarricenses”.
El Ejecutivo presentó esta tarde una lista de 82 proyectos para que los diputados los atiendan de aquí hasta abril próximo
Esa lista tiene proyectos como el de límites a las tasas de usura, las comisiones de datáfonos o pensiones de lujo; sin embargo, los expertos han externado continuamente su preocupación por iniciativas que, afirman, no conseguirán esa prometida reactivación.
“No hay un solo proyecto que uno pueda decir que va a provocar la reactivación económica, incluso la suma de estos proyectitos a los que les está apostando el Gobierno no son suficientes para provocarla”, añadió Feinzaig, quien insistió en que sin ponerle un freno al gasto no cambiará nada.
“El hecho de que el 2020 sea un hecho sin eventualidades nos condena a que el 2021 y probablemente el 2022 y 2023 van a ser años de bastantes restricciones y bastantes complicaciones en el país. Si se cumple la regla fiscal a cabalidad, esos años el Gobierno estará atado de manos y todo su recurso se irá en contratar gente y pagar salarios, nada más. Podría ser la calma antes de la tormenta, pero hay que entender esa tormenta”, dijo.
Optimismo con condiciones
Los números con los que cerró el 2019 permiten, sin embargo, soñar con un 2020 más tranquilo siempre y cuando la inercia de ese final de año se logre extender.
“Si por la víspera sacamos el día podemos ir buscando una pequeña recuperación económica, algo de esa reactivación tan buscada en el 2019 podríamos tenerlo sí y solo sí mantenemos esa inercia de ese indicador mensual de actividad económica que nos vuelve a dar cifras por encima del 2%, ya serían cuatro meses al alza”, aseguró a su vez el también economista Daniel Suchar, quien además urgió al Gobierno a promover el gasto de capital.
“Aún nos queda el pendiente fundamental que no hemos visto que es la reactivación del sector construcción, falta esa inyección de gasto de capital del Gobierno central, que ha retrasado esa decisión por temas burocráticos como siempre”, añadió.
El 2020 sí traerá un impacto directo en el bolsillo de los ticos con la entrada en vigencia del 1% del IVA para los productos de la canasta básica alimentaria, previsto para empezar a cobrarse en julio próximo.
“Ese 1% hay que recordar que es solo para la canasta básica alimentaria, o sea son solo algunos productos de la canasta básica total, entonces el impacto debería ser una percepción más mediática que real. Estamos hablando de que en diario de ₡100.000 una persona pagaría ₡1.000 más, no debería ser un gasto tan fuerte en lo mensual”, dijo Suchar.
Deudas
Los empresarios también ven el 2020 con buenos ojos siempre y cuando el Gobierno apriete la faja en el gasto y facilite la producción.
“300 millones de dólares perdió el país con la huelga del 2018; en el 2019 hubo una serie de elementos que complicaron la economía: el cierre en Nicaragua, las consecuencias de la huelga, la universalización del IVA, la factura electrónica, son cosas que cambiaron el modelo empresarial del país, esa formalización ha sido dolorosa.
Describen el año 2019 como «complejo» debido a lo que significó la adaptación a la regla fiscal y los engorrosos trámites hacia la formalización
“Por eso vemos el 2020 con más optimismo que el 2019, pero con mucha prudencia también. Estamos viendo algunas bases de esa recuperación económica, pero esas bases hay que cimentarlas con confianza. Debemos cumplir con nuestro papel de exigir condiciones al Gobierno para producir empleo”, aseguró a su vez Álvaro Sáenz, presidente de la Unión de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep).