Diputada pide romper mitos para avanzar en legalización de marihuana medicinal

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Así defiende Zoila Rosa Volio, diputada por el Partido Integración Nacional (PIN) su propuesta de ley para legalizar el cannabis de uso medicinal.

Pero el principal obstáculo que enfrenta la iniciativa es en la misma Asamblea Legislativa, por desconocimiento y falta de información, argumenta Volio.

Por eso, la legisladora le solicitó a sus compañeros de diversas bancadas, centrar la discusión en aspectos económicos y de salud para llevar al país a sumarse a la lista de 21 países que ya permiten la producción medicinal.

«Hay compañeros diputados que me han preguntado: ¿Y qué parte de la planta se fuma? ¡Por Dios!», recordó.

«Me molesta que llegan sin haberse leído lo que tienen que leerse y se ponen a hablar de que es pecado cuando la mata esa (cannabis) la hizo Dios, no entiendo dónde está el pecado», agregó.

Zoila Rosa Volio, diputada del PIN, apunta a que sus compañeros diputados se informen para avanzar en el tema.

El a,b,c del proyecto 

La iniciativa no busca permitir el consumo de marihuana en el país, ni de ninguna otra droga. Su plan es que Costa Rica cuente con un marco legal para la plantación, cultivo, producción, exportación y consumo de plantas de Cannabis Sativa L y sus variedades, además de la planta del cáñamo.

Su propuesta también busca:

  • Incentivar la investigación y desarrollo de la agroindustria en el país.
  • Desarrollar acciones de promoción y prevención orientadas a garantizar el derecho a la salud.
  • Garantizar acceso al aceite de cannabis y derivados del cáñamo para uso medicinal para todas las personas que lo requieran según prescripción médica, cuando su uso haya sido aprobado por el Ministerio de Salud.

De la planta del cannabis se extrae el CBD y el THC, incluso de forma separada. Este último es un ngrediente que genera adicción.

En el artículo 6 del proyecto, se indica que los rangos permitidos para las semillas y plantas de cannabis sativa y sus variedad, deberían tener un mínimo de 1.5% de CBD y hasta un 26% de THC o DELTA-9 tetrahidrocarbocannabinol en caso de producción.

En el caso del cáñamo no psicoactivo autorizados para uso industrial y alimentario, no podrán superar el 0,3% de THC o DELTA-9 tetrahidrocarbocannabinol.

«El uso medicinal autorizado está referido a los cannabinoides y demás compuestos activos con efecto terapéutico», se indica en la propuesta.

Para la legisladora su proyecto es importante por dos motivos: uno por el aporte económico que le permitiría al país y dos, para que la ciudadanía cuente con productos legales con sus respectivos registros sanitarios que hoy en día obtienen de forma clandestina.

Lo económico

Volio afirmó que obtuvo el documento en el Congreso sobre Cannabis realizado en marzo de 2019, aunque Deloitte Costa Rica no pudo confirmar que el estudio se concluyó.

En tema de empleo, Deloitte estima unos 4 mil empleos directos, mientras la diputada reconoció que serían trabajos desde químicos, farmacéuticos, secretariado, administrativos, contadores, así como mano de obra para labores de recolección de cultivo.

La legisladora defiende que su propuesta también implicaría ingresos mediante impuestos, así como a la Caja Costarricense de Seguro Social por cuotas obrero-patronales.

Infografía realizada por Alonso Solano.

De igual forma, su propuesta otorga licencias en categorías distintas, necesarias para extracción, procesamiento, exportación y venta del producto.

Las licencias irían desde $50 mil hasta $150 mil, ingresos que estarían a cargo del Ministerio de Salud.

Aunque Volio defiende que su proyecto reactivaría la economía en el país, la iniciativa no se encuentra convocada en sesiones extraordinarias, período en el que el Gobierno controla la agenda legislativa.

“El periodo de sesiones extraordinarias que se extiende desde diciembre hasta el 30 de abril, implica un diálogo permanente y constante con las distintas fracciones legislativas para realizar la convocatoria y cuando se requiera por dinámica legislativa convocar iniciativas para su avance ágil”, declaró Víctor Morales, Ministro de la Presidencia.

“El objetivo del Poder Ejecutivo en este periodo es enmarcar la agenda en las siguientes prioridades: aliviar el bolsillo de los hogares, fortalecer los programas de lucha contra la pobreza, reactivar la economía y mejorar la seguridad ciudadana dando mejores herramientas para combatir el crimen organizado”, agregó.

También en salud

Mientras la diputada busca que la población obtenga los aceites de forma legal y con registros sanitarios, el doctor Carlos Hernández, cree que en la actualidad hay riesgo de que la población esté adquiriendo el producto sin control.

“El aceite de CBD es un extracto de los componentes activos de la planta del cannabis, esto hace que cada uno de los productos, químicos y cuido que esa planta llevó van a extraerse con el resto de moléculas, esto sin tomar en cuenta todos los aspectos de sanidad, asepsia, esterilización y manipulación de cada uno de los componentes de ese aceite, desde el apropiado lavado de las raíces, hasta la calidad del recipiente del aceite”, explicó Hernández, quien es experto en medicina cannabica.

“Además, el CBD es una sustancia psicotrópica, ya que actúa en el cerebro, por lo que pacientes que tienen tratamientos farmacológicos específicos, tienen alguna patología por la cual estén siendo tratados, o ya tienen un tratamiento con CBD, pueden sufrir desbalances en su estado basal y sufrir los efectos secundarios del aceite por desconocimiento.

A su criterio, el proyecto de ley no debe enfocarse solo en la parte económica, sino también en los beneficios para la salud.

“Es importante no olvidar las capacidades medicinales extraordinarias de la planta de Cannabis Sativa L, ya que a como está planteado el proyecto, se deja de lado el beneficio para la salud pública que significaría la regulación de esta planta”, detalló el experto.

A través de su práctica clínica e investigaciones, asegura que ha evidenciado mejoras en una gran cantidad de patologías, entre ellas:

  • Dolores crónicos y neuropáticos.
  • Parkinson, lupus y psoriasis.
  • Espondilitis anquilosante y artritis reumatoide.
  • Diabetes y trastorno de ansiedad generalizada.
  • Depresión y fibromialgia.
  • Efectos secundarios de quimioterapia.
  • Cáncer, agorafobia y alzheimer.
  • Benzodiacepinas.
  • Adicción al cannabis y dependencia a opiáceos.

Aunque el medio colombiano “El Tiempo” señala los efectos negativos de la marihuana medicinal como somnolencia, desorientación y confusión, no tienen señalan ninguna fuente de estudio.

A nivel local son nulos los estudios realizados de forma científica sobre la marihuana medicinal, por lo tanto, se desconoce cualquier tipo de efecto.

Pese a ello, el médico recordó que la Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado medicamentos derivados del CBD y THC que estimula el mismo sistema que las moléculas originales, son producidas en un laboratorio y no son extraídas directamente de la planta.

Por ejemplo, el epidiolex, fármaco utilizado para el síndrome de Lennox-Gastaut, el cual es una forma inusual de epilepsia refractaria a medicamentos en niños; Marinol y Cesamet para náuseas inducidas por quimioterapéuticos, y algunos otros fármacos que solamente pueden ser prescritos para estas enfermedades por médicos licenciados.

Mientras el proyecto se encuentra en etapa de estudio en comisión legislativa a la espera de un dictamen, los consumidores continuarán buscan productos para paliar efectos de sus enfermedades.

Por eso, Hernández aboga por centrarse en la ciencia para avanzar en la materia.

«Pese al miedo y tabú generalizado que se ha experimentado en las ultimas decadas, lo cierto es que ahora tenemos la capacidad de escoger exactamente los componentes que queremos de la planta, por lo que ya el mito del drogadicto de barrio sin futuro pasó a ser un tratante con gabacha blanca y estetoscopio», concluyó.

Vía – Elobservadorcr

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