Centros de la OIM para Migrantes en Costa Rica crean oportunidades de integración

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¿Los migrantes crean empleos para la población local? Es un desafío mundial, ya que las sociedades de todo el mundo luchan por regular la participación en la fuerza laboral de los trabajadores recién llegados de fuera de sus países. Los gobiernos buscan equilibrar las necesidades de los trabajadores locales preocupados por las nuevas entradas al mercado laboral, así como las necesidades de los migrantes, muchos de ellos indocumentados, que buscan alimentar a sus familias mientras intentan integrarse en sus nuevas comunidades.

Costa Rica, históricamente, ha sido el país de destino más grande de la región, con más de medio millón de residentes extranjeros registrados hasta 2020, o el 11 por ciento, de una población total de alrededor de cinco millones.

Durante décadas, Costa Rica ha atraído a migrantes de las fronteras de Panamá y Nicaragua, así como de las cercanas Colombia, Cuba y el resto de la cuenca del Caribe. Más recientemente, el país ha experimentado un aumento en las llegadas de Venezuela, Haití y República Dominicana, así como de países de origen “extracontinental” en África y Asia.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha estado ayudando a Costa Rica a albergar a cientos de migrantes, especialmente de Venezuela. Muchos inmigrantes indocumentados carecen de permiso para buscar trabajo en la economía formal, incluso cuando existen vacantes y los empleadores están ansiosos por contratarlos. Otros buscan abrir sus propios negocios, pero les preocupa su situación irregular.

Para fomentar la cohesión social y permitir que ambas partes busquen un alojamiento, la OIM ha abierto seis de los 11 centros municipales migratorios previstos en ciudades costarricenses, el último hace unas semanas en Limón, en la costa caribeña del país. Otras están en funcionamiento en los municipios de Upala, Desamparados, Talamanca, Mora y Tarrazú del país. La OIM tiene planes de abrir cinco más durante el transcurso de este año.

Estos Centros Municipales para Migrantes brindan información segura y confiable para ayudar a los migrantes a regularizar su estatus migratorio y acceder a instituciones y servicios. Más importante aún, estos Centros son repositorios de información donde los migrantes pueden estar informados sobre oportunidades educativas y laborales, lo que les ayuda a ser más autosuficientes y, en general, a aprender a ser participantes activos en sus comunidades, independientemente de su estatus migratorio.

Los participantes del curso de emprendedores de la OIM son elegibles para regularizar su estatus migratorio bajo una categoría de visa especial para dueños de un “negocio debidamente registrado”, una forma en que centros como el de Limón ayudan a los migrantes individuales a ser financieramente independientes y a crear empleos para otros.

Roeland de Wilde, Jefe de Misión de la OIM en Costa Rica, explicó que una de las actividades apoyadas por el Centro se basa en un curso de emprendimiento que la OIM estableció con la Universidad Latina de Costa Rica (ULATINA).

“La OIM ha capacitado a 485 personas y ha apoyado la creación o formalización de 36 pequeñas y medianas empresas, que emplean a más de 100 personas en Costa Rica a pesar de la crisis del COVID-19”, dijo de Wilde en la última apertura del centro el 20 de enero.

Epsy Campbell Barr, Primera Vicepresidenta de Costa Rica, enfatizó en la inauguración que “el centro también promueve el fortalecimiento del emprendimiento en la comunidad, agregando capital cultural al desarrollo económico sostenible, incluido el turismo”.

Estos centros, agregó Marvin Rodríguez, Segundo Vicepresidente de Costa Rica, ejemplifican “la coordinación del gobierno con el sector privado, las autoridades locales y la comunidad internacional”.

Tal proceso ayudó a Ana Cristina Díaz, una migrante venezolana que se graduó del curso en 2019. Hoy es dueña de un negocio de venta de arepas de maíz con Legson Pedrique, también de Venezuela, como socio.

Silvia Torres, propietaria de un negocio de piñatas, señaló: “La OIM me ha brindado las herramientas para administrar nuestros negocios de una manera más legal. Incluso siendo una pequeña empresa, pude registrarme como pequeña empresa».

El nuevo centro en Limón abrió como parte del Proyecto Regional “Respuestas Integradas a la Migración en Centroamérica”, financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, o USAID, para apoyar a migrantes y retornados.

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