Los residentes del Gran Área Metropolitana pueden haber notado una nueva incorporación al sector de transporte público de Costa Rica esta semana.
El Instituto Costarricense de Ferrocarriles (INCOFER) está probando los ocho vagones de tren autopropulsados que recibió en las últimas semanas. Si todo sale según lo planeado, los trenes con motor diésel comenzarán a funcionar en abril.
“Las pruebas del lunes se completaron con éxito”, dijo el presidente Carlos Alvarado.
“Con la llegada de estos ocho nuevos trenes se inicia el proceso de modernización ferroviaria”, dijo Elizabeth Briceño, Presidenta del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (INCOFER). “La operación actual de pasajeros mejorará en calidad, así como en la experiencia del usuario, aumentando la capacidad de nuestros servicios”.
Cada uno de los trenes tiene una longitud de 38 my una capacidad para 372 pasajeros, el doble de la capacidad de los vagones actuales. Las comodidades a bordo incluyen aire acondicionado, asientos preferenciales para personas con problemas de movilidad y espacios para sillas de ruedas.
Los trenes, comprados a la empresa china CRRC Qingdao Sifang Co. por 32,7 millones de dólares, funcionan con motores diesel a bordo.
La compañía dice que el equipo presenta “bajo nivel de ruido, bajo consumo de energía, menos contaminación” y una vida útil de 30 años.
Costa Rica se reenfoca en su ferrocarril
Si bien estos nuevos trenes son diesel, Costa Rica eventualmente planea crear una red de trenes de pasajeros eléctricos como parte integral de su plan de descarbonización.
En 2020, el gobierno presentó sus planes para los 84 km de vías férreas que contarían con 46 estaciones en el Gran Área Metropolitana densamente poblada. Una vez terminado, el tren eléctrico urbano transportaría a 200.000 personas por día, uniendo las ciudades de Cartago, San José, Heredia y Alajuela.
“Será el proyecto de concesión más grande del país y transformará a nuestra nación en movilidad, salud y competitividad”, dijo en ese momento el presidente Alvarado.
Un ferrocarril robusto evoca recuerdos del pasado de Costa Rica, cuando los trenes jugaron un papel importante en el desarrollo del país.
En 2019, el gobierno comenzó a explorar la viabilidad del Proyecto del Tren Eléctrico de Carga de Limón, o TELCA, que modernizaría tramos de ferrocarril entre Limón y Río Frío, y entre Limón y Valle de la Estrella, así como explorar la viabilidad de un nuevo tramo entre Río Frío y Bajos de Chilamate.
INCOFER también está analizando la reconstrucción de su red ferroviaria desde el área de San José hasta Puntarenas en la costa del Pacífico. Esa infraestructura ha estado en mal estado después de los recortes presupuestarios y los daños causados por la construcción de la Ruta 27.
“Estamos seguros que esto contribuirá a la recuperación económica de la zona y generará empleo, y que también es un paso más para regresar al legado ferroviario de nuestros abuelos en Costa Rica”, dijo Briceño.
