El presidente argentino Mauricio Macri anunció el miércoles beneficios salariales y recortes de impuestos, en un intento por rescatar apoyo electoral de cara a las presidenciales de octubre por parte de sectores cansados de sus políticas de austeridad.
Macri, que sufrió un duro revés en elecciones primarias del domingo frente al peronista de centro-izquierda Alberto Fernández, anunció beneficios salariales, una reducción impositiva para los trabajadores y la congelación del precio de la gasolina durante 90 días.
Además habrá un aumento del salario mínimo, actualmente de 12.500 pesos mensuales (208 dólares) y que se encuentra por debajo del costo de la canasta básica, aunque no precisó el monto. Esta medida beneficiaría a dos millones de trabajadores.
«Mi tarea es asegurar la gobernabilidad. El diálogo es el único camino. La incertidumbre ha generado mucho daño y nos obliga a ser responsables. Quiero transmitir tranquilidad en este proceso electoral que ha comenzado», dijo el mandatario en un mensaje difundido antes de la apertura de los mercados, sacudidos por una corrida cambiaria desde el lunes.
En reacción a los resultados electorales, la moneda argentina se depreció casi 20% y la bolsa de Buenos Aires cayó 38% mientras se desplomaban acciones y bonos argentinos en Nueva York.
Después del anuncio de este miércoles, la moneda argentina siguió perdiendo valor y a media jornada cotizaba en 61,50 pesos por dólar; una depreciación de 5,15% con respecto al martes.
«Medidas tardías»
Macri «toma tardíamente estas medidas sin tener en cuenta las consecuencias. Intenta mover el consumo y eso no está mal, pero se deben hacer en un marco de acuerdo de 180 días porque sino es riesgoso», dijo su rival Fernández en declaraciones a El Destape Radio.
«Es como el padre nuestro que rezan los ateos antes de morir, no sirve», agregó.
Las medidas se extenderán hasta fin de año y tendrán un costo fiscal de 40.000 millones de pesos (unos 665 millones de dólares). Macri, que termina su mandato el 10 de diciembre, lleva a cabo un programa de fuerte ajuste acordado con el Fondo Monetario Internacional a cambio de un crédito de 56.0000 millones de dólares.
«Cansados»
El mandatario anunció un paquete de medidas «para aliviar el bolsillo de los argentinos», ya afectados por una inflación de 22,4% entre enero y junio, y que sufrirán un nuevo golpe por efecto de la depreciación de la moneda. En el anualizado, junio a junio, la inflación acumuló 55,8%, una de las más altas del mundo.
«Lo que les pedí fue muy difícil, fue como trepar el
Aconcagua. Están afectados y cansados. Llegar a fin de mes se transformó en una tarea imposible», admitió el presidente sobre sus tres años y medio de gobierno.
Ante el llamado de sectores productivos para que Macri y Fernández logren un consenso mínimo que calme a los mercados, Fernández descartó un encuentro con el presidente pues no desea ser «partícipe de sus decisiones».
Sin embargo, afirmó que «Macri debe gobernar hasta el último día, cuenta con mi ayuda para que termine su mandato que no debe estar puesto en duda».
El analista Michael Shifter, del centro de estudios Diálogo Interamericano, opinó que «si Macri llega a la línea de meta para transferir los poderes depende en gran medida de que lo diga y haga en los dos próximos meses».
«Su discurso del lunes (tras el revés) advirtiendo sobre el retorno de Cristina Kirchner y sugiriendo que quienes votan contra él no entienden la realidad del país, no fue tranquilizador», dijo a la AFP.
«Recuperar votantes»
La intención del gobierno es que las medidas abarquen a 17 millones de trabajadores y sus familias, así como a pequeñas y medianas empresas.
«Reflejan la necesidad de enfocarse en los sectores que más han sido afectados por la crisis económica y que le dieron la espalda al presidente en las primarias. Muestran la necesidad de recuperar a por lo menos una parte de esos votantes», estimó Paula García Tufro, experta del Atlantic Council.
Entre los paliativos, habrá dos pagos extras de 2.000 pesos (unos 33 dólares) en septiembre y octubre para los empleados, reducción de renta de asalariados, dos pagos extras a desempleados que cobran subsidios por hijos y un bono de 5.000 pesos (unos 83 dólares) para trabajadores estatales y fuerzas de seguridad.
Habrá planes a 10 años para pago de deudas al fisco para las pequeñas y medianas empresas y se congela el precio de los combustibles a 90 días.
Con información de AFP