El incendio en la turística isla española de Gran Canaria comenzó a debilitarse este martes gracias a mejores condiciones climáticas que mitigaron los daños en algunas zonas afectadas de gran riqueza medioambiental, se congratularon este martes autoridades locales.
La virulencia de las llamas de hasta 50 metros de altura que desde el sábado devoraban el centro montañoso de esta isla volcánica hicieron temer el lunes un «drama medioambiental» por su impacto en dos espacios protegidos.
«Me trasladan los técnicos, tras visitar en la noche las zonas, que el incendio pierde potencial», anunció en un tuit el presidente regional de Canarias, Ángel Víctor Torres.
La caída del viento evitó que el fuego se adentrara en la reserva de Inagua, hogar del pinzón azul, un pájaro autóctono del que solo quedan unos 400 ejemplares.
Y la inspección de otro espacio protegido, el Parque Nacional de Tamadaba, un pinar con una rica dioversidad, mostró daños más superficiales de lo previsto.
«Anoche se obró el milagro», celebró el presidente canario en la radio Cadena Ser.
«Hay buenas noticias dentro de la gravedad y es que la quema parece más una de control, baja, y los pinares mucho de ellos han quedado intactos», añadió.
Aun así, el incendio sigue activo, con 700 efectivos terrestres y 16 medios aéreos luchando para contener las llamas que ya han afectado 12.000 hectáreas.
Varios pueblos aledaños con un censo global de 10.000 habitantes fueron desalojados, aunque las autoridades confían en que una parte pueda volver a partir de este martes a sus casas.
Aunque se trata de la segunda isla más visitada del archipiélago canario, ubicado en el Atlántico frente a la costa del noroeste de África, el sector turístico se vio poco impactado por las llamas.
El interior de Gran Canaria, rico en paisajes y microclimas muy diversos, es popular entre los excursionistas pero la mayor parte de los turistas frecuentan la zona costera.
– La resistencia del pino canario –
Sin víctimas por el momento, el incendio, el tercero en la isla en diez días, se temía por su impacto medioambiental en Tamadaba.
AFP / DESIREE MARTINUn avión Canadair sobrevuela sobre un bosque afectado por un incendio en la isla española de Gran Canaria el 19 de agosto de 2019
«Tamadaba es uno de los grandes reservorios de biodiversidad en Gran Canaria», explicó a la AFP Manuel Nogales, delegado en Canarias del centro público de investigación español CSIC.
Con 7.500 hectáreas de espacio protegido compuesto por macizos y barrancos que van desde los 1.400 metros hasta el nivel del mar, este parque acoge una treintena de plantas únicas de esta isla volcánica, ocho endémicas de esta reserva, añadió.
«Hay muchísimas especies de plantas, de vertebrados, de insectos, de hongos y microorganismos que solo se encuentran en el recinto del parque», señala Juli Caujapé, director e investigador del Jardín Botánico Canario «Viera y Clavijo».
Aunque las llamas entraron con virulencia en la zona este, una área de pinares jóvenes reforestada a partir del siglo XX, en los bosques más antiguos del resto del parque «ha sido un fuego un poco más de superficie, menos destructivo», indicó Nogales.
Además, se frenó el avance hacia el sur, salvando la reserva de Inagua, hogar de los últimos pinzones azules, un pájaro emblemático de la isla.
En cambio, el fuego podría haber afectado «el último reducto de bosque de laurisilva», un bosque subtropical casi desaparecido en Gran Canaria que sobrevivía cerca del punto donde se declaró el incendio, explicó Caujape.
En los últimos años se había hecho un esfuerzo para recuperarlo y reintroducir la paloma rabiche, una ave canaria que había desaparecido de la isla y cuyo hábitat podría haber quedado destruido.
Ante el «drama medioambiental» temido el lunes, ambos científicos destilan más optimismo ante las «noticias alentadoras» de las últimas horas.
Confían en la capacidad de recuperación de los pinos canarios que, al haber evolucionado con volcanes activos, «están bastante bien adaptados al fuego», señaló Nogales.
«Por los pinos no tenemos que preocuparnos demasiado. Lo preocupante son el resto de especies del ecosistema», advirtió Caujapé.
«Los pinos se verán verdes pronto pero el resto de vegetación tardará algún tiempo más en resurgir y la mayoría de fauna no regresará hasta que la cubierta vegetal esté restaurada», añadió.
VÍA – AFP