El actual mandatario venció a la candidata correísta Luisa González, quien no reconoció su derrota y pidió un recuento de los votos
El presidente Daniel Noboa logró una convincente victoria en la segunda vuelta celebrada este domingo en Ecuador. Según los resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE), con el 90,93 % de las actas escrutadas, Noboa obtuvo el 55,92 % de los votos válidos, mientras que su oponente, la candidata correísta Luisa González, alcanzó el 44,08 %. Así, Noboa, del movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), asegura un mandato completo para el período 2025-2029, tras haber asumido el poder en 2023 a través de elecciones anticipadas.
“Esta victoria ha sido histórica, una diferencia de más de 10 puntos”, declaró Noboa ante los medios en su residencia de Olón.
Por su parte, la presidenta del CNE, Diana Atamaint, manifestó que “la autoridad electoral considera que el binomio ganador corresponde al liderado por Noboa”. Añadió: “Nuestra más sincera felicitación a quienes han merecido la confianza del pueblo ecuatoriano”.
Sin embargo, Luisa González cuestionó los resultados de la segunda vuelta presidencial, exigiendo un recuento de votos y la apertura de urnas, al considerar que existe incertidumbre sobre la transparencia del proceso electoral. “Me niego a aceptar que un pueblo prefiera la mentira antes que la verdad”, expresó González desde Quito, dirigiéndose a sus seguidores y al Consejo Nacional Electoral. La candidata, apoyada por el ex presidente Rafael Correa, quien se encuentra refugiado en Bélgica tras ser condenado por corrupción, afirmó que no reconocerá los resultados hasta que se revise el conteo.
Esta es la segunda vez que Noboa derrota al correísmo, habiéndolo hecho también en 2023, y marca la tercera ocasión consecutiva en que el movimiento de Rafael Correa pierde elecciones en Ecuador; anteriormente, la Revolución Ciudadana fue derrotada en 2021 y en el balotaje de las elecciones anticipadas, tras la disolución del congreso por parte de Guillermo Lasso.
La autoridad electoral reportó que la participación ciudadana alcanzó aproximadamente el 83% del padrón de 13,7 millones de electores habilitados. Asimismo, se registraron un 6,71% de votos nulos y un 0,65% de votos en blanco. La jornada electoral transcurrió con normalidad en la mayor parte del país, con las Juntas Receptoras del Voto abiertas de 07:00 a 17:00, cumpliendo así con las diez horas reglamentarias de votación. A las 08:00, más del 95% de las mesas ya estaban instaladas con “absoluta normalidad”, informó la presidenta del CNE, Diana Atamaint. Para el mediodía, la afluencia de votantes fue notable: hacia las 13:00, el 41% de los electores ya había ejercido su derecho al voto, lo que presagiaba una participación final similar a la de la primera vuelta de febrero, que fue del 82% del padrón.
La elección del 13 de abril se realizó bajo rigurosas medidas de seguridad. En la víspera, el Gobierno declaró un estado de excepción en Quito, así como en siete provincias del país y en el sistema penitenciario, debido a la creciente ola de violencia que afecta a la nación. Durante ese día, se movilizaron cerca de 56,588 policías y más de 40,000 militares para proteger los centros electorales y garantizar el traslado seguro de las papeletas y actas de escrutinio. Además, el sistema ECU-911 mantuvo a más de 3,000 funcionarios en constante alerta para atender cualquier emergencia.
Respecto al escrutinio, el Consejo Nacional Electoral (CNE) implementó nuevas herramientas tecnológicas con el fin de asegurar la transparencia y agilidad en el conteo. Cada acta de votación incluye un código QR y utiliza tecnología blockchain, lo que garantiza la trazabilidad e inmutabilidad de los datos registrados. Gracias a la digitalización de las actas, los primeros boletines oficiales se emitieron alrededor de las 18:00, apenas una hora después del cierre de las urnas, y los resultados preliminares estuvieron disponibles en la página web del CNE poco después.
Asimismo, observadores internacionales de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión Europea supervisaron el balotaje, sin detectar anomalías significativas. La misión de la OEA instó a la ciudadanía a esperar el conteo oficial y a no fiarse de encuestas a boca de urna, mientras que el CNE calificó la jornada de transparente y tranquila.
La segunda vuelta electoral fue inevitable, ya que ningún candidato logró alcanzar la mayoría absoluta en la primera ronda, celebrada el 9 de febrero. En esa ocasión, Daniel Noboa obtuvo el 44,17% de los votos válidos, mientras que su oponente, González, recibió el 44,00%, marcando una diferencia mínima de apenas 0,17 puntos porcentuales.
Noboa se comprometió a continuar la lucha contra las mafias. En su reelección, ha prometido consolidar un gobierno enfocado en la seguridad interna, impulsar la economía digital y realizar reformas en el Estado. Uno de los pilares más destacados de su campaña es mantener una política de combate frontal al crimen organizado y a las mafias.
Asimismo, Noboa ha subrayado la urgencia de reformar la Constitución para respaldar jurídicamente estas acciones y de establecer un régimen de estado de excepción donde sea necesario para preservar el orden. Para ello, planea convocar a una Asamblea Constituyente.
Desde el punto de vista económico, el presidente reelecto ha propuesto la creación de zonas francas tecnológicas, que buscan atraer inversión internacional, generar empleo para los jóvenes y fomentar un ecosistema de innovación. También se comprometió a continuar con las políticas de incentivos fiscales y a facilitar el emprendimiento mediante la simplificación de trámites y el acceso a créditos.
Noboa anunció reformas estructurales en áreas como educación, salud y justicia. Propuso digitalizar los servicios públicos, establecer criterios de eficiencia en el sistema judicial y recuperar la confianza ciudadana en las instituciones. En el ámbito social, aseguró que trabajará para mejorar la cobertura del sistema de salud y modernizar la educación técnica y tecnológica.
Durante su campaña, su discurso se centró en que este nuevo período representa una oportunidad para llevar a cabo las transformaciones necesarias para el país sin obstáculos. En esta ocasión, su partido cuenta con casi la mitad del parlamento, lo que podría facilitar la gobernanza, y se rumorea que su madre, la legisladora electa Anabella Azín, podría presidir el congreso.
En el ámbito internacional, Noboa reafirmó su intención de fortalecer las relaciones con Estados Unidos y de no reconocer la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela.
Tras el balotaje del domingo, el resultado garantiza la continuidad de Noboa al mando del gobierno. Se prevé que el presidente reelecto y su binomio asuman el cargo el 24 de mayo de 2025, fecha estipulada para la toma de posesión oficial y el inicio de su nuevo período de gobierno de cuatro años.
Con información de | infobae.com
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