Bolivia firmó el contrato este viernes para la construcción del segundo aeropuerto más alto de América, que estará en la ciudad minera de Potosí (sur), reforzando su apuesta por la industria turística como nuevo motor de crecimiento económico, dijo el presidente Evo Morales.
«El turismo es uno de los pilares de la Agenda Patriótica del Bicentenario y con este proyecto cumplimos un viejo anhelo de Potosí», afirmó el mandatario en un discurso tras la firma del contrato en esa ciudad, transmitido por la televisión estatal.
El contrato amplía, con participación del Gobierno nacional, los alcances de un proyecto de desarrollo aeroportuario iniciado hace dos años por el gobierno municipal potosino sobre la base de un viejo aeródromo apto actualmente solo para naves de tamaño mediano en condiciones climáticas óptimas.
Potosí es uno de los principales destinos turísticos de Bolivia, declarado patrimonio de la humanidad por la Organización de Naciones Unidas como capital minera de la colonia española levantada al pie del famoso Cerro Rico, por siglos el yacimiento de plata más grande del mundo.
Su nuevo aeropuerto tendrá una pista de 4.000 metros de longitud, a una altura de 3.936 metros sobre el nivel del mar.
A la conclusión de este proyecto, en un plazo de poco menos de tres años, Bolivia tendrá los tres aeropuertos comerciales internacionales más altos del continente, contando primero el de El Alto, a 4.061 metros sobre el nivel del mar y que sirve a La Paz, y el del salar de Uyuni, en el mismo departamento de Potosí, a 3.668 metros.
La obra contratada este viernes tendrá un costo de casi 60 millones de dólares, informó el Ministerio de Obras Públicas.
La firma del contrato formó parte de una serie de actos con los que el Gobierno boliviano destacó la importancia creciente del turismo en la economía nacional.
La ministra de Culturas y Turismo, Wilma Alanoca, dijo este viernes a reporteros que la industria turística ha crecido a un promedio de casi 10 por ciento anual en la última década, para generar en 2018 ingresos brutos de 850 millones de dólares por la recepción de turistas extranjeros.
«Bolivia está creciendo a una tasa anual del 9,8 por ciento en turismo, tres veces más que los países de Latinoamérica, porque el mundo entero ya le ha puesto el ojo a Bolivia como destino único, sorprendente, natural y seguro», afirmó Alanoca.
Dijo que el crecimiento del turismo receptivo en Bolivia se basa en una combinación de atractivos naturales y oferta de servicios tanto convencionales como comunitarios que generan beneficios internos como creación de fuentes de empleo.
Entre los destinos turísticos bolivianos destacó al salar de Uyuni, el lago seco más alto de mundo con casi 12.000 kilómetros cuadrados de superficie, que fue recientemente uno de los escenarios principales del rally Dakar de automovilismo, además de locación de la última película de la saga «La Guerra de las Galaxias».
En julio pasado, en la gala latinoamericana de los World Travel Awards realizada en La Paz, Bolivia ganó los premios de Mejor Destino Emergente de Sudamérica (La Paz), Mejor Destino Verde de Sudamérica, Mejor Atracción Turística Natural de Sudamérica (Salar de Uyuni) y Mejor Destino de Viaje Juvenil de Sudamérica.
Con información de Sputnik
