Hasta dentro de un año se sabrá si mejoras del ICE resultan en rebaja de tarifas

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A finales de junio, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) presentó su plan de estrategia y modernización para superar el déficit financiero que atraviesa. Fue una solicitud expresa del presidente Carlos Alvarado.

Uno de los puntos claves de la instrucción fue las tarifas eléctricas. Con la estabilidad financiera, deberían optimizarse los recursos – planilla, compra de servicios e infraestructura – para impactar las tarifas.

Pero aún falta un año para conocer si las rebajas de precios son definitivas y no solo coyunturales, como serán las anunciadas por el Gobierno la semana pasada.

Irene Cañas, presidenta del ICE, aseguró que ya se implementan acciones. Sin embargo los resultados se verían reflejados – al menos en tarifas – hasta el segundo semestre del 2020.

“¿Podemos hacer esfuerzos para dar tarifas más competitivas? Es lo que estamos trabajando. Nuestra hoja de ruta va en ese sentido. Sin embargo los esfuerzos siempre van a tener un rezago por un tema metodológico. Los esfuerzos se verán hasta el siguiente pliego tarifario”, dijo a El Observador.

El pasado miércoles 2 de octubre, Presidencia e ICE anunciaron una rebaja acumulada de 10% hasta enero, empezando con 2,8% en octubre. Más allá de cómo lo presumió el Poder Ejecutivo, es un caída coyuntural. Se debe a la la disminución de uso de energía térmica (búnker y diésel); y la liquidación del pliegue tarifario del 2017.

Según el intendente de Energía de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), Marco Cordero, la rebaja es previsible en el último cuatrimestre del año, ya que incrementa la producción hidroeléctrica. Regirá hasta el 31 de diciembre.

A pesar de que sí es coyuntural, el presidente Carlos Alvarado fustigó a quienes señalaron que no se debió a las acciones del Poder Ejecutivo.

“Si no hubiéramos parado Diquís. Estaríamos construyéndolo, metiéndolo en la factura y estaríamos sobreinstalados. Si no estuviéramos ordenando, tendríamos otros resultados”, dijo en referencia al fallido y costoso proyecto de El Diquís, frenado a finales del 2018.

Ante el impacto en las tarifas de los errores en negocios del ICE, Irene Cañas afirmó que Aresep se ha vuelto más estricta en sus cálculos.

“La Aresep ha hecho una gran labor analizando con lupa los pliegos. Eso que llama errores, que pudieron haber impactado la tarifa negativamente, es cada vez menor, por que la Aresep no reconoce muchos de estos costos.

“Ahí es donde cada empresa se las tiene que agenciar para, ‘apechugar’ digamos, con esos costos y gastos que no se reconocen vía tarifa. Me atrevería a decir que, en los últimos años, ha cambiado mucho”, mencionó.

Vía – El observador cr

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