Siempre que se habla de una tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19, la población que primero se menciona es la de adultos mayores. La razón principal es que, por el envejecimiento, el sistema inmune se deteriora y las defensas no actúan igual que en gente joven.
¿Por qué los contagios en los adultos mayores han vuelto a aumentar? ¿Por qué ellos tienen más riesgo de llegar a un hospital a pesar de sus dos dosis? ¿Esto quiere decir que como fueron los primeros inmunizados, ya se cumplió el “tiempo de validez” de la vacuna y todos debemos vacunarnos al año o más de recibir nuestro esquema completo? No.
Las respuestas
La respuesta no tiene que ver con la vacuna, sino con el sistema inmunitario de los humanos y cómo éste construye con base en el fármaco, una respuesta por si se encuentra con el virus. Sin embargo, el sistema de defensas también envejece y no funciona igual en una persona de 30 o 40 años como en una persona de 80 o 90. Es un proceso biológico normal que sucede en todos los seres humanos que se llama inmunosenescencia. Conforme envejecemos, nuestras defensas no responden igual ante ningún patógeno.
Esto nos lleva a dos procesos: uno, enfermar de mayor gravedad cuando nos enfrentamos a un patógeno, y el otro, a que a la hora de recibir cualquier vacuna no tengamos las mismas armas para construir nuestra respuesta y atacar al “invasor”. Tenemos armas, sí, pero no en la misma calidad ni cantidad, y como “soldados” nos hemos vuelto más torpes para usar dichas herramientas.
Esto, sin embargo, no quiere decir que la vacuna no funcione del todo en estas edades. Sí lo hace, pero de forma menos eficiente. Como metáfora, la inmunidad no es como un interruptor de encendido o apagado en el que se tiene inmunidad total o no se tiene; más bien es como un dimmer, que se va haciendo más tenue. Pero en las personas mayores, la luz con ese dimmer se disipa más rápido.
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“Si yo soy una adulta mayor, posiblemente mi respuesta va a ser menor. Mi sistema inmune envejece y no responde igual a como respondía cuando yo era más joven”; resumió la infectóloga pediatra especialista en vacunas María Luisa Ávila.
La geriatra costarricense Yalile Muñoz lo resume así: “la respuesta es más lenta y dura menos. Dura más en conseguirse y el tiempo que duran los anticuerpos es más corto”.
Países se preparan
Por esta razón, especialistas internacionales hablan de que los adultos mayores requieren una tercera dosis contra covid-19 como parte de su esquema; por eso los países comienzan a tomar acciones para tener protegidos a individuos en ese grupo etario, lo que implica refuerzos.
Así por ejemplo un análisis realizado en Israel señaló que aunque los internamientos y muertes sí están bajando, el 11% de quienes tenían dos dosis fallecieron. Una tercera dosis, al menos cinco meses después de la segunda, llevaba los anticuerpos a niveles normales; como quedó consignado en una publicación preliminar preimpresa divulgada en el portal MedRixv en julio pasado.
En Estados Unidos, la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés); aprobó el pasado 22 de septiembre una tercera dosis de Pfizer, seis meses después de la segunda, para los mayores de 65 años.
En Costa Rica, datos del Ministerio de Salud y de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) señalan que, aunque del total de infectados; el porcentaje de adultos mayores cada vez es menor, sí se ha dado un aumento en esta población. Igualmente, un análisis realizado por la Universidad Hispanoamericana señaló que, los contagios en este grupo de edad pasaron de ser el 6,6% del total al 5,9%. Sin embargo, si se analiza solo este grupo de edad, los casos en septiembre aumentaron un 66% en relación con los de agosto.
El pasado 5 de agosto; el Gobierno anunció la negociación para comprar un millón de dosis para reforzar la protección de los adultos mayores de 58 años y las personas de primera línea de atención a la pandemia.
El ministro de Salud, Daniel Salas, confirmó la gestión la tarde de este miércoles en conferencia de prensa; pero no adelantó fechas para una tercera inyección pues la empresa Pfizer tampoco ha dado el cronograma de entrega. Todavía la prioridad es llegarle a quienes no tienen una sola dosis.
Además, de momento la protección se mantiene para la gran mayoría de los casos en esta edad. Prueba de ello es que un brote en el Hogar de Ancianos de Jicaral este martes 12 de octubre reportaba 28 residentes positivos, todos con ambas dosis de la vacuna; todos con sintomatología leve y algunos sin síntomas. De acuerdo con el perfil de Facebook de la institución; en días pasados una persona estuvo hospitalizada, pero no requirió mayor atención y ya está en su casa.
Con información de La Nación
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