El representante especial del Secretario General de la ONU para Afganistán destacó este martes ante el Consejo de Seguridad que el conflicto que vive esa nación asiática solo puede resolverse mediante negociaciones directas entre los afganos y que estas han de ser inclusivas y representar a toda la sociedad.
Pero a la vez, Tadamichi Yamamoto destacó que es “imprescindible” el inicio “lo antes posible” de las conversaciones entre las autoridades afganas y los talibanes, y exhortó a todas las partes implicadas en los esfuerzos de paz, especialmente las partes en conflicto, a aprovechar la oportunidad de celebrar dichas pláticas.
“He escuchado a muchas personas de todo el país expresar sus esperanzas y temores sobre el futuro. Esperan que finalice el conflicto, pero también temen que la paz pueda llegar a costa de la libertad y los derechos que el país se ha esforzado por proteger y promover durante los últimos 18 años”.
Ese temor afecta especialmente a los jóvenes y más en concreto a las mujeres que temen que se produzcan las futuras limitaciones a su participación en la vida política y socioeconómica de Afganistán.
Yamamoto recordó que cualquier solución política que se alcance debe garantizar la protección y promoción de los derechos humanos y las libertades básicas de todos los afganos, incluidos los de los jóvenes, las mujeres y las minorías, así como la libertad de expresión y de prensa.
En este apartado, destacó que las recientes conversaciones informales entre representantes de la sociedad afgana y los talibanes en Moscú y Doha brindaron oportunidades de diálogo para abordar algunas cuestiones clave necesarias para la paz.
UNAMA/Zachary GolestaniMujeres se disponen a votar en Afganistán.
Temor ante la reacción talibán
Acto seguido, Yamamoto recordó que el próximo 28 de septiembre el pueblo afgano está convocado a las urnas para elegir a un nuevo presidente con lo que el país dará un paso adelante “en el fortalecimiento de los cimientos” de un sistema político democrático representativo.
Indicó que los preparativos técnicos y operativos van en la dirección correcta, se actualizó el censo electoral y que más de nueve millones de registros pasaron la fase de presentación pública y correcciones.
“Estas y otras medidas contribuirán en gran medida a mejorar aspectos clave de las medidas de mitigación del fraude destinadas a aumentar la transparencia y la credibilidad de la votación”, dijo.
Preocupa la seguridad
Pese a estos progresos, mostró su preocupación por la seguridad durante los comicios, la participación de los votantes y el fraude o las irregularidades.
Con relación a la protección resaltó los esfuerzos realizados por los efectivos de defensa, que servirán para garantizar los dispositivos de seguridad adecuados durante los preparativos y la jornada electoral, pero destacó el temor ciudadano ante las amenazas de desestabilización del proceso manifestadas por los talibanes.
Asimismo, indicó que percibe un menor interés electoral del que debería generar en los votantes y lo atribuyó, en parte, a un mayor interés en el proceso de paz, pero también a que las campañas electorales que se iniciaron el 28 de julio no han tomado suficiente impulso.
Respecto a la credibilidad, el fraude y las irregularidades recordó que tanto los candidatos como los partidos políticos, la sociedad civil y los medios de comunicación tendrán la capacidad de enviar observadores durante la jornada electoral.
“La tarea más difícil para los candidatos después de unas elecciones es aceptar la derrota, pero representa un acto supremo de habilidad política en un proceso democrático. Se realizan todos los esfuerzos técnicos y operativos necesarios para que las elecciones presidenciales sean creíbles. Llamo e insto a todos los candidatos y partidarios a respetar el proceso democrático para alcanzar un resultado aceptable para el pueblo y el país”, destacó.
La violencia que no cesa
Del mismo modo resaltó que el incremento de la violencia vivido durante los últimos días, especialmente los múltiples ataques de las fuerzas insurgentes en Kabul o en las localidades de Kunduz, Baghlan y Farah, no acompañan a los esfuerzos en pro de la paz.
“Tratar de obtener una posición de fuerza en una negociación no puede ser una excusa para el aumento de las hostilidades violencia. Las partes en conflicto deben reducir tanto la violencia como las bajas civiles para demostrar su compromiso en favor de la paz”, enfatizó.
Negativos efectos económicos de la corrupción y las drogas
Por su parte, el director ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito informó al Consejo de Seguridad que la situación de la producción y el tráfico de drogas junto a la del crimen organizado continúa siendo compleja.
Yuri Fedotov destacó que “los insurgentes y otros agentes no estatales controlan las zonas de cultivo de amapola y recaudan cientos de millones de dólares” y que los problemas que provocan el comercio ilícito de narcóticos, la corrupción, el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo continúan socavando la estabilidad del país.
“Estos delitos tienen un impacto profundamente negativo en los objetivos macroeconómicos del Gobierno de integración financiera, creación de empleo, crecimiento sólido impulsado por el sector privado e ingresos nacionales estables”.
Pese a esta larga serie de eventos negativos indicó que, a falta de disponer de los resultados finales que se conocerán en octubre, la superficie de cultivo de amapola durante 2019 disminuyó con relación a los niveles récord alcanzados en 2017 y 2018.
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