Roberto Gómez Bolaños no necesitó volar muy lejos con la imaginación para crear sus personajes icónicos. El Chapulín Colorado era una parodia de los superhéroes norteamericanos que estaban de moda a fines de los ‘60, todopoderosos e infalibles, mientras que en el México empobrecido de la época, El Chavo estaba en cada esquina.
Los dos personajes representan a la perfección la filosofía de un creador que pensaba que la gente “nace buena”, y que si se mantiene el optimismo frente a situaciones que parecen imposibles de remontar, esa inocencia nunca tiene por qué cambiar.
Es un mensaje positivo, universal, y que hoy está a punto de convertirse en un negocio millonario.
En la tarde de ayer, la compañía Thr3 Media Group (formada por veteranos de las compañías mexicanas Televisa y Telefims) anunció que creará un “universo mediático” que gira alrededor de Chespirito y sus creaciones.
El primer proyecto será una bio-serie (el formato de moda en Latinoamérica gracias a éxitos como “Luis Miguel, la Serie” y “Monzón”) que contará la vida y experiencias de Gómez Bolaños, desde sus inicios como creativo publicitario hasta los años de fama internacional. A principios de 2020 también se empezará a construir un universo cinematográfico, que comienza con una película animada.
hr3 Media Group colabora con Grupo Chespirito, una empresa que Gómez Bolaños creó poco tiempo antes de morir junto a su hijo Roberto Gómez Fernández, quien asegura que los productos de este universo mediático estarán a la altura de los deseos de su padre:
“Cuando hablaba con mi padre sobre la posibilidad de hacer una serie biográfica, tenía dos preocupaciones: una, que no le gustaba la idea de un homenaje en vida, y dos, que el contenido que se producía con su nombre tenía que tener un cierto nivel de calidad que era difícil de alcanzar en México en ese momento. Con el equipo de Telefilms y Thr3 Media Group estoy seguro de haber encontrado lo que quería.”
No es que las creaciones de Chespirito no hayan generado dinero. Según la revista especializada Forbes, solamente entre 1992 y 2012 los personajes del Chavo generaron 1.700 millones de dólares para Televisa – y sólo con un puñado de capítulos filmados entre 1971 y 1980.
Es que para Chespirito, el “universo” del Chavo empezaba y terminaba con esos episodios, un producto del impulso creativo de sus tiempos. Tanto, que la serie animada que se produjo entre 2006 y 2014 ni siquiera tenía historias propias, sino que adaptaba los guiones originales de Gómez Bolaños, y el guionista libró (y perdió) duras batallas legales para evitar que los actores de Quico y La Chilindrina lucren con sus personajes.
Pero Gómez Bolaños ya lleva 5 años muerto y esas marcas son demasiado valiosas para dejar a la historia. Por eso su nombre será el emblema de un universo que, según el ejecutivo Bruce Boren de Thr3, tiene el propósito de “crear contenido de alto valor comercial para los mercados de habla hispana en cine, televisión, video on demand y otras plataformas digitales.” No es difícil imaginar que pensaría Gómez Bolaños de estos proyectos. Al fin y al cabo, cuando dejó de hacer «El Chavo», Chespirito dijo «el peor error que uno puede cometer es dejar de evolucionar. El ser humano es un producto de la evolución y tiene que ir cambiando.»