Costa Rica tiene una de las tasas de pobreza más bajas de América Latina. Esto se produjo principalmente como resultado de una cooperación proactiva con las naciones ricas que estaban dispuestas a comprar exportaciones costarricenses.
Mediante sabias decisiones de política e inversión social, el país centroamericano también pudo evitar los numerosos efectos perjudiciales de los préstamos externos. Una de las exportaciones que llevó a Costa Rica a la categoría de ingreso medio-alto fue la venta de productos de miel. Sin embargo, la deforestación y los pesticidas mortales han reducido drásticamente las poblaciones de abejas. La pandemia de coronavirus también ha tenido un fuerte impacto en los ingresos por exportaciones. En respuesta, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) está trabajando para combatir las dificultades económicas a través de la apicultura en Costa Rica.
Importancia de las abejas para Costa Rica
Los trabajos del sector primario, como la apicultura, representan la mayor parte del empleo costarricense . Los trabajos a nivel del suelo como estos incentivan la inversión extranjera y proporcionan alimentos a las familias costarricenses. Además de la miel, las abejas también ayudan a estimular otros trabajos primarios, como la agricultura. Las abejas son esenciales para la polinización y, por lo tanto, también son responsables de la producción de cultivos. Dado que gran parte de la economía del país se basa en la agricultura, la protección de las abejas es fundamental para mantener cultivos saludables.
En entrevista con el PNUD, la Universidad Nacional de Costa Rica informó que “el 65% de las plantas del planeta requieren polinizadores, y de estos, los más importantes son las abejas”. Los cultivos que dependen de las abejas, incluidos el café, las fresas y los tomates, generan $ 250 millones a la economía costarricense anualmente.
El declive de la apicultura en Costa Rica
Desafortunadamente para Costa Rica, las abejas están desapareciendo y los agricultores agrícolas enfrentan una crisis de polinización. Más de 1.000 costarricenses se ganan la vida cosechando más de 50.000 colmenas, según el PNUD. Sin embargo, la cantidad de miel que los costarricenses consumen anualmente – 1.200 toneladas – además de las demandas de exportación superan la oferta. Actualmente, la oferta es especialmente baja. Las abejas dependen de los árboles y las plantas para obtener néctar con el fin de generar miel. Pero, debido a la deforestación, los productos químicos agrícolas y las prácticas agrícolas que cambian rápidamente, las abejas están luchando por sobrevivir.
Cómo el PNUD brinda apoyo
A través de apoyo y suministros, el Programa de Pequeñas Donaciones del PNUD se está enfocando en restaurar las capacidades apícolas en las cuencas hidrográficas del río Jesús María y Barranca. Estas son dos de las cuencas hidrográficas más degradadas de Costa Rica y, como tales, necesitan el mayor apoyo. Sobre el terreno, el PNUD está trabajando directamente con 24 apicultores que gestionan más de 1.000 colmenas de forma colectiva. En asociación con el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), el programa trabaja para enseñar a los apicultores cómo cosechar miel de manera más eficiente y sostenible. Para facilitar una transición sin problemas a las nuevas prácticas del plan, el PNUD está proporcionando suministros como azúcar, unidades de extracción de miel y trajes nuevos.
La apicultura en Costa Rica seguirá enfrentando nuevos desafíos a medida que el cambio climático y el desarrollo insostenible amenazan a los árboles y plantas esenciales para la producción de miel. Sin embargo, iniciativas como esta del PNUD brindan nuevas oportunidades a estos agricultores y las abejas que cultivan. En una escala más amplia, la protección de las abejas tiene el potencial de beneficiar fuertemente a la economía costarricense.