Real Madrid y Barcelona ponen serias objeciones al acuerdo alcanzado por LaLiga el miércoles con el fondo de inversión CVC por el cual esta corporación inyectaría 2.700 millones de euros a la competición española, a cambio del 10% de sus futuros beneficios, que los clubes tienen 40 años para devolver con un interés muy bajo.
El Real Madrid ha puesto el pacto en manos de sus servicios jurídicos para que estudien los términos del mismo porque tienen serias dudas sobre su legalidad. Ahora mismo no es descartable una denuncia. El club blanco está en desacuerdo tanto en el fondo de la cuestión como en la forma, porque considera que no fue informado con anterioridad del asunto.
Los reparos del Barcelona se basan en tres ejes fundamentales: la duración del contrato, el beneficio real para los clubes y la incidencia en las contrataciones. No obstante, la posición oficial de la entidad se tomaría después de que se estudiara a fondo el proyecto en una reunión de junta directiva.
Respecto al primer punto, la duración del contrato, desde la entidad blaugrana se considera que 40 años es un plazo desorbitado. Recalcan que nadie sabe cómo evolucionará el fútbol ni su mercado en un plazo tan amplio de tiempo y señalan que no hay hipotecas a más de 30 años. Como ejemplo, aportan que el futuro contrato por los derechos del naming right del Camp Nou se negocia, como mucho, a diez años vista. En el Camp Nou se habla de que “estamos vendiendo las joyas de la abuela para ser ricos por un rato”.
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La segunda objeción apunta a Tebas. Conceden que sin duda el acuerdo es bueno para LaLiga y para Tebas, pero no ven tan claro que los clubes salgan ganando. Es más, sospechan que detrás hay una maniobra del presidente de LaLiga para acabar con el proyecto de la SuperLiga. Se temen que el gran beneficiado de este movimiento sea el presidente Tebas.
Finalmente, desde el club blaugrana quieren desvincular absolutamente cualquier relación entre esta inversión a la competición con la renovación de Messi, la inscripción de los fichajes o la discusión por el límite salarial.
En todo caso, la postura oficial del club no se tomará hasta que se analice a fondo el documento con el vicepresidente económico Eduard Romeu presente (está de viaje y regresa el viernes) y se debata en junta directiva.
Fuente: AS
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