Fue otro desastre europeo para el Barcelona el martes, ya que fue goleado 4-1 en su propio terreno por el Paris Saint-Germain, lo que confirma que ya no está entre los mejores.
La derrota supuso una cruda realidad para el Barcelona, que estaba empezando a ganar confianza tras un buen comienzo de año.
Si bien en las últimas semanas se ha presenciado un giro positivo, cuando se trata de enfrentar a los mejores, el Barcelona todavía está muy lejos del ritmo.
La derrota ante la Juventus en la fase de grupos de la Liga de Campeones y las derrotas ligueras ante el Real Madrid y el Atlético de Madrid, así como la reciente derrota en semifinales de la Copa del Rey ante el Sevilla, ilustra lo lejos que están los catalanes.Lo que solía ser una fortaleza impenetrable, el Camp Nou ahora ha sido testigo de varias goleadas. Solo esta temporada, las derrotas ante la Juventus, el Real Madrid y el PSG han hecho que los anfitriones encajen diez goles, impensables en años pasados.
Kylian Mbappé hizo lo que quiso contra una frágil línea de fondo del Barcelona, mientras que el mediocampo blaugrana luchaba por frenar el ritmo del juego y ganar algo de impulso.
El Barcelona está mirando otra temporada sin trofeos que seguramente provocará otra inquisición como la pasada campaña.
Aunque se encuentran en un período de transición, con sus jóvenes todavía necesitando tiempo para asentarse y sus jugadores mayores simplemente ya no son quienes solían ser, el Barcelona necesita desesperadamente comenzar a dar pasos en la dirección correcta si quieren volverse competitivos con los grandes una vez, otra vez.
