El 5 de junio de 2015 fue un gran día para el Barcelona, ya que ganó la Liga de Campeones con Luis Enrique para completar un triplete impresionante que incluyó el título de LaLiga Santander y la Copa del Rey.
Han pasado más de cinco años desde aquel momento inolvidable para la afición azulgrana y el club ha pasado de sentarse cómodamente en el trono del fútbol europeo, a afrontar una enorme crisis económica y deportiva.
En el epicentro de todo ha estado el expresidente del club, Josep Bartomeu, que fue detenido este lunes por la mañana por su presunta relación con el escándalo del Barcagate del pasado mes de febrero.
Bartomeu fue elegido presidente del Barcelona pocos días después de que el conjunto catalán levantara el trofeo de la Liga de Campeones y desde entonces el equipo no ha conseguido llegar a tales cotas.
Antes de las elecciones, la junta anterior, con el propio Bartomeu al frente, había cerrado un acuerdo de patrocinio con Qatar Airways.
Envalentonado por el éxito de la Liga de Campeones , Bartomeu estaba dispuesto a renegociar el acuerdo con la intención de conseguir un trato aún mejor.
Sin embargo, no se llegó a ningún acuerdo y la asociación de Barcelona con Qatar dejó de existir.
Mientras tanto, a nivel deportivo, los blaugrana se gastaron varios millones de euros para fichar a jugadores como Arda Turan, Aleix Vidal, Lucas Digne, Paco Alcacer, Andre Gomes y Samuel Umtiti, ninguno de los cuales logró destacar.
Al mismo tiempo, Bartomeu ofreció nuevos acuerdos de gran valor a jugadores como Jordi Alba, Sergio Busquets, Gerard Piqué y Luis Suárez.
De esta forma, el Barcelona se convirtió en el club con mayor masa salarial del fútbol europeo y en la entidad que ha sufrido el golpe más duro durante la pandemia del COVID-19.
El golpe final llegó en el verano de 2017 cuando el PSG, club propiedad de Qatar Sports Investments (QSI), arrebató a Neymar tras activar la cláusula de rescisión del delantero brasileño.
El Barcelona ganó una gran suma por la jugada de Neymar pero, una vez más, no invirtió adecuadamente, fichando a Ousmane Dembele y Philippe Coutinho, ninguno de los cuales logró llenar el vacío del brasileño.
Mientras tanto, el Real Madrid ganó tres títulos seguidos de la Liga de Campeones y el Barcelona se enfrentaría a desastrosas eliminaciones a manos de Roma y Liverpool.
Un año después de convertirse en presidente del Barcelona, Bartomeu vio al club declararse culpable de dos delitos contra la Agencia Tributaria derivados del fichaje de Neymar.
Los ex presidentes del Barcelona, Sandro Rosell y Bartomeu, resultaron inocentes, pero la imagen del club se vio seriamente dañada.
La lista de enemigos de Bartomeu fue creciendo cuando el Barcelona celebró un partido contra Las Palmas a puerta cerrada el día del referéndum catalán.
El último escándalo en el que se ha visto envuelto es el del Barcagate, donde se le acusa de contratar una empresa de relaciones públicas para dañar la reputación de determinadas personas y entidades con fondos del club.
Antes de marcharse del Barcelona, también había logrado agriar su relación con varios jugadores, entre ellos Lionel Messi.
El argentino criticó a Bartomeu a través de una entrevista para Goal.com, quejándose de que el expresidente azulgrana le había mentido en numerosas ocasiones.
El verano pasado, Messi pidió ser liberado por el club y aún no ha llegado a un acuerdo, y su contrato actual se extiende hasta junio.