El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó este miércoles a Costa Rica dos créditos de 250 millones de dólares cada uno, que van dirigidos a la estabilización de la economía del país y a otros programas estatales.
“Estos créditos vienen a fortalecer el camino que ha venido siguiendo Costa Rica en pro de la sostenibilidad fiscal», dijo en un comunicado el ministro de Hacienda, Elian Villegas, quien destacó que la confianza del BID es un mensaje para los mercados internacionales de que «la senda de ajuste fiscal que lleva Costa Rica es la adecuada».
El ministro afirmó que con estos créditos permiten contar «con recursos frescos, con recursos más baratos que nos van a permitir también disminuir la cantidad de intereses que al día de hoy tenemos que pagar por la deuda que tiene acumulada el país».
Según el Gobierno costarricense, estas operaciones son complementarias a un acuerdo que el país firmó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para acceder a un crédito por 1.750 millones de dólares, a cambio de una serie de medidas de reducción de gasto público y de incremento de los ingresos.
Este acuerdo, que según el Gobierno contribuirá a la estabilización de las golpeadas finanzas públicas, está en discusión en el Congreso costarricense para su eventual aprobación.
Por su parte, el BID explicó en otro comunicado que los créditos aprobados hoy a Costa Rica «apoyarán con recursos financieros al presupuesto de la República y reformas de política para asegurar la sostenibilidad fiscal y mantener la estabilidad macroeconómica en el corto y mediano plazo».
Uno de los préstamos facilitará recursos para la emergencia sanitaria y el apoyo focalizado a hogares y empresas afectadas por la crisis, además de destinar recursos para programas sociales que buscan reducir la pobreza y la desigualdad.
El otro empréstito se dirige a «apoyar reformas estructurales para mejorar la efectividad del marco institucional macrofiscal, aumentar la eficiencia y progresividad del sistema tributario y mejorar la eficiencia y equidad en la gestión del gasto público», detalló el BID.
La entidad aseguró que «estas medidas en su conjunto contribuirán a fortalecer las finanzas públicas y apoyarán una recuperación económica robusta en la pospandemia».
Los dos préstamos son a una tasa de interés basada en LIBOR. Uno de los préstamos tiene un plazo de amortización de 7 años y un período de gracia de 3 años, mientras que el otro tiene un plazo de amortización de 20 años y un periodo de gracia de 5,5 años.
Fuente: EFE