El gobierno provisional de Bolivia dio un giro radical a la «política exterior extraviada» de la administración de Evo Morales, al anunciar que su país restableció la relación con Israel, rota desde 2009, y que quiere afianzar los lazos con Estados Unidos.
La idea del gobierno transitorio de Jeanine Áñez, que asumió por sucesión constitucional tras la renuncia el 10 de noviembre del titular Evo Morales, asilado en México, es «rectificar todo lo malo que hizo el anterior gobierno», dijo la canciller Karen Longaric en conferencia con la prensa extranjera.
«Lo menos que se podía esperar de este gobierno era rectificar la política exterior, una política exterior extraviada y que no atendía a los intereses propios del Estado y era altamente ideologizada», sostuvo.
– Israel –
En el afán de rehacer la política de Morales, quien gobernó durante 14 años, Longaric anunció el restablecimiento de relaciones con Israel, cinco años después de la ruptura por causas políticas.
Su homólogo interino israelí, Yisrael Katz, acogió «con satisfacción» esa decisión.
POOL/AFP / Sebastian ScheinerEl canciller interino israelí, Yisrael Katz (foto), acogió «con satisfacción» la decisión de Bolivia de restablecer relaciones diplomáticas
Desde que asumió el poder hace dos semanas, Áñez rápidamente buscó diferenciarse de la política exterior de su antecesor: se distanció de Cuba y Venezuela, aliados políticos de Morales, al expulsar a 725 médicos cubanos y reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela tras romper relaciones con Nicolás Maduro.
– Relaciones con EEUU –
Bolivia se propone «fortalecer las relaciones con Estados Unidos», para lo que designó el martes al embajador Oscar Serrate.
El gobierno transitorio fue reconocido por Donald Trump.
BOLIVIA’S FOREIGN MINISTRY/AFP / HOWalter Oscar Serrate, designado como embajador de Bolivia en Estados Unidos, el 26 de noviembre de 2019 en La Paz
En 2008, Morales expulsó al entonces embajador estadounidense, Philip Goldberg, acusándole de apoyar a un movimiento de derecha que supuestamente pretendía escindir Bolivia. Washington expulsó en reciprocidad al representante de La Paz. Luego el exgobernante boliviano echó también del país a la agencia antidrogas DEA y al organismo de cooperación USAID.
Durante la crisis diplomática, Estados Unidos colocó a Bolivia en una lista de países que no cumplían sus compromisos de lucha contra el narcotráfico y en 2014 la retiró del programa de beneficios comerciales y arancelarios ATPDEA, según sus siglas en inglés.
– China y Rusia –
En cambio, al mencionar las relaciones con China y Rusia, socios comerciales de Bolivia durante el gobierno de Morales, Longaric dijo que corresponde «fortalecerlas» pero también reconducirlas, redireccionarlas y velar por los intereses del país protegiendo los recursos naturales.
Con China, que desarrolla en el país negocios como la minería y la construcción, Bolivia mantiene un déficit comercial que el año pasado alcanzó los 1.617 millones de dólares. Pekín le otorgó, además, un crédito por 10.000 millones de dólares.
Asimismo, firmó recientemente un acuerdo con la empresa china Xinjiang Tbea Group-Baocheng para la construcción de ocho plantas de litio en los salares bolivianos de Coipasa y de Pastos Grandes, con una inversión de 2.390 millones de dólares. En febrero pasado logró certificar sus reservas de litio de 21 millones de toneladas.
El país desarrolla además con Rusia varios proyectos con Gazprom, que se adjudicó la explotación de al menos dos megacampos para avanzar en el cambio de la matriz energética de todo su parque de buses públicos, de diésel a GNL y GNV. También trabaja en un proyecto para un complejo de energía atómica con fines medicinales y agroindustriales, que ha desencadenado una fuerte oposición en Bolivia.
– México –
Longaric descartó que su país vaya a romper relaciones diplomáticas con México por la negativa de entregar a dos exministros del gobierno de Evo Morales asilados en la embajada mexicana y acusados por la justicia de sedición y terrorismo.
«No creo que este ‘impasse’ por los asilados políticos llegue a ese extremo», dijo Longaric respecto de la negativa mexicana de dar cumplimiento al pedido de la fiscalía boliviana de que entregue a los exministros Juan Ramón Quintana y Vilma Alanoca.
Sobre Quintana, extitular de la Presidencia y mano derecha de Morales, pesa una orden de detención por «sedición, instigación pública a delinquir, terrorismo y financiamiento al terrorismo»; y sobre Alanoca, de Cultura y Turismo, por «instigación a delinquir».
Morales dimitió el 10 de noviembre, tras varias semanas de violentas protestas desatadas por su victoria en las presidenciales del 20 de octubre y que la oposición y la OEA tildaron de fraudulentas.
Desde entonces en Bolivia han muerto 33 personas.
Según Longaric, «la actitud del gobierno de México va a ir suavizándose y va a comprender que efectivamente pesan sobre algunos asilados acusaciones muy serias sobre delitos muy graves».
«En caso de que se rehusaran a entregar a personas con delitos comunes sería un problema muy grave para ellos e incómodo para nosotros», agregó.
Vía – AFP