Costa Rica está intensificando su lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado con el apoyo directo de Estados Unidos, tras la firma de nuevos convenios de cooperación con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y el Departamento de Estado.
Fernando Ramírez, director del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), destacó que este fortalecimiento de la colaboración representa un paso fundamental en el enfoque integral del Estado costarricense para enfrentar el narcotráfico.
«Como organismo rector en la temática, el ICD aborda este problema a través de tres ejes: prevención, contención y represión. La firma de estos acuerdos refuerza el eje de represión, al expandir las estrategias de persecución criminal«, comentó Ramírez.
El director anticipa que, a corto plazo, se prevé un aumento significativo en los decomisos de drogas, la desarticulación de organizaciones delictivas y la incautación de bienes y capitales ilícitos.
«La coordinación con cuerpos policiales estadounidenses permite una respuesta más sólida ante las estructuras transnacionales dedicadas al narcotráfico«, agregó.
Dentro de los convenios, el Gobierno de Estados Unidos se comprometió a duplicar las operaciones de la DEA en territorio costarricense, mientras que el FBI facilitará el intercambio de datos biométricos sobre algunos de los criminales más peligrosos de la región.
Resultados iniciales
La Embajada de Estados Unidos en Costa Rica, a través de un video, informó sobre los exitosos operativos que ya se han logrado gracias a esta cooperación reforzada. Entre los destacados, se encuentra la captura de individuos vinculados al tráfico de fentanilo, a quienes se les incautaron más de 34,000 pastillas de esta peligrosa droga sintética.
Además, se llevó a cabo la extradición de dos personas a Estados Unidos, sospechosas de tener vínculos con redes criminales internacionales. Según la misión diplomática, estos logros reflejan la efectividad del trabajo conjunto entre la DEA, el Departamento de Estado y las fuerzas de seguridad costarricenses.
Recientemente, la Policía de Control de Drogas (PCD) también realizó una operación en la que se incautaron 24 kilos de aparente metanfetamina cristalizada.
Este operativo se ejecutó en dos fases: primero, en un parqueo público en Plaza Víquez, donde se encontraron 21 kilos en el interior de un vehículo. Al día siguiente, en coordinación con la Fiscalía, se allanó un apartamento utilizado como bodega en Guadalupe, descubriendo otros tres kilos y una considerable suma de dinero en efectivo.
Según Stephen Madden, director de la PCD, esta operación estaría relacionada con el Cártel de Jalisco Nueva Generación o el Cártel de Sinaloa, dos de las organizaciones criminales más peligrosas del continente.
Desde el ICD, se subraya la importancia de que este tipo de cooperación internacional vaya acompañado de acciones integrales de prevención, así como del fortalecimiento de las capacidades del Ministerio Público, el Poder Judicial y los cuerpos policiales. Solo de esta manera, aseguran, se podrá traducir la persecución penal en condenas firmes y en desarticulaciones definitivas.
En este contexto, Mario Arias, experto en delincuencia organizada y anticorrupción, recordó que desde 1999 Costa Rica mantiene un acuerdo de patrullaje conjunto con Estados Unidos, que permite la entrada de embarcaciones norteamericanas a sus aguas territoriales para llevar a cabo labores de interdicción, ante la limitada capacidad marítima del país.
Sin embargo, Arias enfatizó la urgente necesidad de una estrategia nacional contra el crimen organizado que tenga una visión a largo plazo, capaz de trascender los gobiernos de turno y de articular esfuerzos sostenidos. “De lo contrario, advertió, se corre el riesgo de que los logros operativos sean efímeros. ”
Con información de | diarioextra.com
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