China ya es el país más rico del mundo. Así lo aseguró esta semana la consultora McKinsey & Co; que a través de un elaborado informe titulado ‘El auge del balance mundial: ¿en qué medida estamos utilizando nuestra riqueza de forma productiva?’; ha anunciado el cambio de ‘líder’ en la economía mundial. El país asiático desbanca de esta manera a Estados Unidos de su privilegiada posición.
En este informe, la consultora examina los balances nacionales de diez país, los cuales representan más del 60% de la renta mundial. China acumula el 50% del crecimiento de la riqueza en las dos últimas décadas. Estados Unidos, con el 22%, y Japón, con el 11%, completan el podio de este ranking.
La riqueza china se situó en 2020 en los 106 billones de euros, frente a los 6 billones que acumulaba en el año 2000. Estados Unidos, por otro lado, ha duplicado su patrimonio neto; según estimaciones de Bloomberg, llegando casi a los 80 billones de euros, aunque lejos ahora de ser el país más rico.
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Tanto en el país norteamericano como en el asiático, más de dos tercios de la riqueza la acumula el 10% de los hogares más ricos, aunque esta proporción sigue creciendo. La cantidad de riqueza del país que acumula el 10% de los hogares más ricos ha crecido un 4% en este siglo, situándose en el 71%. En China, en el mismo periodo, ha aumentado casi 20 puntos, llegando en 2015 al 67%.
Señal de una crisis financiera
En el informe de McKinsey & Co puede observarse que cerca del 70% de la riqueza mundial está almacenada en bienes inmuebles. El resto se encuentra en infraestructura, maquinaria y equipos y, en menor medida, en bienes intangibles, como pueden ser la propiedad intelectual y las patentes.
El patrimonio neto ha aumentado considerablemente este siglo, superando el incremento del PIB mundial; impulsado por el aumento del precio de los inmuebles y la disminución de los tipos de interés.
Sin embargo, esto puede tener consecuencias negativas. Este crecimiento del valor inmobiliario convierte en inaccesible la vivienda para muchas personas; lo que provocaría un escenario de crisis financiera como el que sucedió en 2008 a nivel mundial, cuando estalló la burbuja inmobiliaria. En China, por ejemplo, ya hay promotores inmobiliarios que acumulan grandes deudas; como China Evergrande Group, según información de RT.
Para prevenir esta crisis, los países deben trabajar en estabilizar y reducir el balance con el PIB haciendo crecer el PIB nominal. Para que esto sea posible; habría que reorientar el capital hacia nuevas inversiones productivas en activos reales e innovaciones que aceleren el crecimiento económico. De no producirse, se podría llegar a perder un hasta un tercio de la riqueza mundial por el colapso del precio de los activos.
Con información de AS
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