Estados Unidos y China siguen dando pasos para suavizar su conflicto y ambos han acordado esta madrugada retrasar la imposición de aranceles ya anunciados, lo que parece un intento de enfriar la tensión de cara a su cita negociadora de principios de octubre.
Aunque estos nuevos aranceles no son los más importantes en las relaciones comerciales entre China y EEUU, el retraso en su imposición permitirá a las delegaciones de ambos países acudir a la reunión convocada en Washington a principios de octubre sin presiones adicionales.