Costa Rica se ha convertido en un destino ideal para los extranjeros que optan por trabajar de forma remota. El país, dicen, les ofrece un manejo adecuado de la pandemia y la posibilidad de compaginar el trabajo de sus países de residencia con clases de surf, viajes a la montaña y la Pura Vida.
Nómadas digitales de Chile, Estados Unidos y Portugal han vivido y trabajado –algunos por períodos de meses y en otros casos por un año– en zonas del país como Jacó, Manuel Antonio, Santa Teresa de Cóbano y Monteverde, entre otros.
Esta experiencia pronto podría atraer a más personas que no dependen de una ubicación fija y utilizan la tecnología para realizar su trabajo, ya que actualmente los diputados de la Asamblea Legislativa están analizando el proyecto No. 22215: Ley de atracción de trabajadores y prestadores de servicios al país para servicios remotos de carácter internacional.
La portuguesa Viviana Gomes Lopes, directora financiera y de estrategia de una consultora en México, piensa que si te gusta el surf y la naturaleza, Costa Rica es el lugar ideal.
“En primera instancia es un país increíble”, dijo Gomes Lopes, quien vivía en Santa Teresa. “Han controlado muy bien la pandemia, una de las principales razones que me hizo quedarme y no ir a la Ciudad de México, mi ciudad de residencia”, agregó.
Gomes Lopes llegó a Costa Rica en febrero de 2020 para quedarse tres semanas. La pandemia la tomó por sorpresa en suelo costarricense y extendió su estadía en Santa Teresa de Cóbano, Puntarenas, siempre que su permiso de residencia legal lo permitiera. A partir de ahí, compaginó su trabajo profesional con clases de surf. Su sueño no es volver a Costa Rica.
“Los turistas que permanecen más tiempo redistribuyen más su dinero en las cadenas de valor que genera el turismo, ya que hacen más compras locales, alquilan un auto por varias semanas o meses, utilizan servicios como el salón de belleza, el supermercado, restaurante, refrescos, lavandería, frutería, servicios médicos, entre otros negocios de la comunidad, de ahí la importancia de convertirse en una opción para los trabajadores remotos”, dijo Gustavo Segura Sancho, ministro de Turismo.
Capturado por la belleza ética de Costa Rica
De aprobarse el proyecto de ley en la Asamblea Legislativa, los trabajadores remotos obtendrían un permiso para permanecer por un año en el país, prorrogable por un año más, tendrían la posibilidad de abrir cuentas bancarias y el uso de la licencia de conducir de origen de su país, entre otros.
“En la situación actual, donde la recuperación del turismo podría extenderse hasta tres años más antes de recuperar la demanda prepandémica, el segmento de nómadas digitales es clave para el repunte del sector, una apuesta que tienen otros destinos del mundo”, dijo el ministro Segura.
Por su parte, Megan Kennedy, jefa de la oficina de país de la empresa de alojamiento Selina en Costa Rica, explicó que el concepto de nómada digital ha sido parte de esta cadena desde sus inicios, ya que siempre han tenido áreas acondicionadas para el trabajo y con suficiente Capacidad de conexión wifi, lo que les ha permitido experimentar un incremento en la cantidad de huéspedes de todo el mundo que vienen a trabajar de forma remota desde suelo costarricense.
“Estamos amplificando la velocidad de Internet, creando más lugares privados para llamadas de trabajo, así como áreas de coworking. El beneficio para Costa Rica es obvio porque la gente se va a venir a vivir aquí, a comprar su comida, su ropa, a rentar un auto, participando en la economía sin dejar de trabajar”, dijo Kennedy.
“Las playas son maravillosas para surfear, el trato cariñoso de la gente en todos los pueblos es sobresaliente, el clima me ha encantado, así como la naturaleza y los parques nacionales. Costa Rica es ideal para venir a trabajar de forma remota”, comentó Raúl Reeves, emprendedor chileno y nómada digital, quien desde enero ha aprovechado su estadía laboral para disfrutar de destinos como Jacó, Nosara, Tamarindo, Santa Teresa y recientemente Monteverde.