Una de cada tres personas en el mundo vive sin agua potable y se proyecta que para 2040, la demanda mundial de este recurso se incremente en más del 50%.
El gobierno de Costa Rica, en alianza con el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), están acelerando acciones para garantizar el acceso universal al agua potable a través de un proyecto de adaptación al cambio climático que fomenta la resiliencia climática y potencia la acción local.
En este país centroamericano, alrededor de 15.000 personas trabajan de forma voluntaria en los acueductos comunales para asegurar el acceso a agua potable a cerca del 30% de la población que vive en zonas rurales y periurbanas.
Esta gestión comunitaria del agua es una de las mayores fortalezas para lograr que el país tenga una cobertura de un 98% de agua intradomiciliar, lo cual es crítico para reducir los riesgos sanitarios de sus comunidades. Para brindar estos servicios, las organizaciones comunales del agua deben hacer frente a innumerables desafíos estructurales, ambientales y climáticos lo cual multiplica el mérito y el impacto que su trabajo tiene en el desarrollo y el progreso de sus comunidades.
Fuente: Noticias ONU