1 de diciembre, Día Mundial del Sida, una enfermedad que se conoció en 1981 y con la que seguimos conviviendo. La jornada “El futuro de la infección del VIH”, organizada por la Fundación de Ciencias de la Salud, ha analizado hace una semana, en dos mesas de debate, con una veintena de expertos, la dimensión y los retos de este problema de salud
Este encuentro ha desmitificado aspectos relacionados con el VIH que erróneamente se siguen pensando. En las mesas de debate, moderadas por los doctores Emilio Bouza, catedrático de Microbiología en la facultad de Medicina de la Universidad Complutense y patrono de la Fundación Ciencias de la Salud; y José Ramón Arribas, director de Investigación de VIH y Enfermedades Infecciosas del Hospital La Paz y profesor asociado de la Universidad Autónoma de Madrid, se ha puesto el acento en uno de los mayores problemas que enfretan los afectados: el estigma que sigue suponiendo tener sida.
Algo que era natural, un virus, pasó a ser en menos de una década un desorden moral y social. Los medios hicieron visible el sida, las autoridades sanitarias desbordadas postergaron una respuesta, y como resultado la sociedad sintió miedo.
La suma de todos estos componentes plantaron una semilla, que floreció y creció tanto, que se convirtió en estigma.
La jornada “El futuro de la infección del VIH” ha conseguido reunir a 22 profesionales de la salud que han tratado de esclarecer en qué punto se encuentra esta enfermedad, qué investigaciones se están llevando a cabo, cuál es la nueva medicación, y sobre todo cuál es el principal problema de todos los pacientes.
¿Cuál es? Enfrentarse diariamente a una sociedad que aún sigue teniendo miedo.
La primera vía de transmisión es la heterosexual
Para vencer el VIH el primer paso es conocerlo.
La Federación Rusa sufre una de las mayores epidemias de sida de toda Europa y “la primera vía de infección es la heterosexual, aunque también hay un gran número de portadores del VIH por drogas inyectadas y de homosexuales”, manifiesta José Manuel Martínez Sesmero, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
María Jesus Fuster, directora-gerenta de SEISIDA, señala que la primera vía de infección sea la heterosexual no es algo nuevo, ya que se sabe desde los años 80.
El informe “Situación de la epidemia del sida”, de ONUSida y la OMS ya detalló hace 15 años, que la vía de infección es la heterosexual.
Con tratamiento, el VIH no se transmite
Pero, ¿qué ocurre en España? “Respecto a nuestros países vecinos estamos por encima en número de infecciones pero tenemos la misma tendencia descendente. En España, los diagnósticos se producen en personas más jóvenes que en Europa, y se puede considerar que en España hay unas 50.000 personas en riesgo”, explica la doctora Marisa Navarro, de la sección de Enfermedades Infecciosas Pediátricas del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid.
Una persona con VIH que toma el tratamiento antiviral y sea adherente, tendrá una carga viral indetectable, es decir, el virus no se detectará en la sangre y por tanto no podrá transmitirlo.
“Hay que reforzar el mensaje de que es intransmisible. Para mejorar la vida de las personas con la VIH”, argumenta el doctor Jose Tomás Ramos, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico San Carlos.
Y es que “muchas personas no saben que indetectable es igual a intransmisible” prosigue este médico, quien añade: “Nos ha costado muchos años detectar y controlar esta enfermedad”.
Lo más importante es favorecer que la persona que esté infectada tenga el diagnóstico, primero, porque es mucho mejor para ella, para la eficacia del tratamiento, y para cortar la transmisión.
“Aunque el VIH se puede eliminar completamente, hay limitaciones importantes ya que se integra en el ADN y las células infectadas se multiplican y lo arrastran”, puntualiza el doctor Javier Martínez-Picado, investigador del Instituto Catalán de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) en IrsiCaixa, quien agrega: “Ya existe un tratamiento para VIH que lo vuelve indectable. Pero lo que más se necesita es que las personas infectadas vivan bien”.
CARLA es un tratamiento que verá la luz en muy poco tiempo y aseguran sus creadores que es tan eficaz como los que ya tenemos, además de ser bien tolerado y no costoso. ¿En que consiste? Cada 8 semanas se administran dos inyecciones y, asegura el doctor Miguel Górgolas, jefe asociado del Servicio de Enfermedades Infecciosas en la Fundación Jiménez Díaz, que actualmente están trabajando para poder solo inyectar una cada año.
Si la carga viral de tu VIH es indectable, puedes tener hijos
La infección por el VIH es una enfermedad crónica, lo que ha hecho que tras los éxitos de los fármacos antirretrovirales se haya enfatizado la necesidad de garantizar el respeto de los derechos sexuales y reproductivos de las personas que lo tienen.
Hasta no hace muchos años era frecuente que su entorno, e incluso profesionales sanitarios, les aconsejaran renunciar a este deseo. Pero el embarazo, la maternidad y la paternidad ayudan a luchar contra algunos de los efectos más deshumanizadores que implica socialmente vivir con VIH.
“Una madre con VIH, con el tratamiento adecuado y con adherencia perfecta puede tener hijos sin transmitírselo”. Esto es así siempre y cuando la carga viral permanezca indetectable; para ello es fundamental tener una adherencia perfecta al tratamiento, argumenta la doctora Marisa Navarro.
Combinar el tratamiento de la madre durante el embarazo y el parto, con la ausencia de lactancia puede reducir el riesgo de transmisión al bebé a niveles inferiores al 2 %.
De hecho si la carga viral está controlada o suprimida, el parto vaginal no supone mayor riesgo de transmisión. Incluso en Suiza desde 2016 ya no se dan retrovirales a los recién nacidos cuando una madre tiene la carga viral indetectable, se puso de manifiesto en la jornada.
La PrEP, una píldora para evitar el VIH
La PrEP es una píldora pre-exposición, es decir para no seropostivos, que está incluida en la prestación farmacéutica del sistema Nacional de Salud desde el pasado 1 de noviembre, como medida de prevención en personas de alto riesgo.
Se puede solicitar en farmacias de hospitales o en centros asistenciales autorizados sin coste para el paciente.
Está aprobada en Europa desde 2016, y consiste en una combinación de dos fármacos, combinados en una sola pastilla que ingerida una vez al día reduce hasta casi un 90 % de las nuevas infecciones.
El ministerio de Sanidad estima que beneficiará a más de 17.000 personas.
La OMS y GESIDA siempre han recomendado la implantación de la PrEP. Incluso el “Comité de Bioética de España dijo que que debería financiarse aunque curiosamente no se ha aprobado hasta hace dos semana y en EEUU se aprobó en 2012”, señala el doctor Pep Coll, coordinador de cohortes clínicas del programa HIVACAT para el desarrollo de vacunas contra el VIH y médico de la Unidad de VIH del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol (Badalona)
“Hay reticencias de profesionales reacios a recomendar la PrEP con el argumento de que aumentará la promiscuidad y las ETS por el abonando del condón ante la pérdida del miedo. Pero de lo que se trata es de buscar estrategias que traten de evitar este aumento de ETS, como por ejemplo haciendo más diagnósticos” añadió este especialista en los debates de la jornada.
Para el doctor Esteban Martínez, miembro del equipo de investigación “Enfermedades Infecciosas y SIDA” del IDIBAPS, profesor de la Universitat de Barcelona y secretario del GeSIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), la PrEP “es una estrategia que ayuda a la salud sexual y permite a estas personas estar más en contacto con la salud y controlar otras enfermedades”.
Los ponentes en el debate concluyeron que los posibles efectos secundarios, como un incremento de las ETS, no es motivo para no recomendar esta píldora, y pusieron el acento en buscar estrategias que contrarresten este efecto. Además debe incluirse como una amplia estrategia de prevención y de salud sexual.
Una vez aprobada en nuestro sistema de salud el reto es facilitar el acceso a todas esas personas que puedan beneficiarse, señalaron.
La PrEP, junto con el tratamiento supresivo podría evitar más de 8 millones de infectados del VIH, según la ONU, se indicó también en esta jornada.
Los ponentes enfatizaron que uno de los aspectos centrales del futuro es trabajar más en disminuir la discriminación y el estigma social.
“Incluso se han dado casos donde la administración pública limitaba el acceso de trabajo. No es lógico que una persona con VIH no tenga las mismas posibilidades que el resto”, denunció María Jesús Fuster.
Vía – EFE