Casi 50.000 partidarios de la oposición se manifestaron el sábado en Moscú para pedir elecciones libres, y 136 de ellos fueron detenidos, en una de las mayores protestas autorizadas desde el regreso al Kremlin en 2012 del presidente Vladimir Putin.
Si bien esta concentración autorizada, pero limitada a una sola avenida de la capital, se desarrolló sin incidentes, varios cientos de personas quisieron continuar la manifestación frente a la administración presidencial, donde les esperaba una gran presencia policial.
Un total de «136 personas fueron detenidas por violaciones de la ley durante una acción no autorizada en el centro de Moscú», indicó la policía de Moscú en un comunicado. Un periodista de la AFP fue testigo de unas cincuenta detenciones.
Unas 49.900 personas protestaron en la capital rusa, según la oenegé Contador Blanco, especializada en el recuento de manifestantes. Pero, según la policía de Moscú, a la manifestación acudieron 20.000 personas.
AFP / Vasily MAXIMOVUn hombre detenido por la policía rusa después de una manifestación para reclamar «elecciones libres», el 10 de agosto de 2019 en Moscú
En el cuarto fin de semana consecutivo de protestas, la movilización, inédita desde el regreso de Vladimir Putin al Kremlin en 2012, creció en Moscú a pesar de la dura respuesta de las autoridades y la ausencia de la mayoría de los líderes de la oposición, prácticamente todos ellos encarcelados.
En la avenida Sájarov, cerca del centro de la capital rusa, los manifestantes desfilaron en calma con pancartas en las que exigían «Dennos el derecho a voto» o «Nos mintieron», mientras que otros ondeaban banderas rusas y mostraban fotografías de activistas detenidos.
«Me indigna esta injusticia en todos los niveles. No dejan que se presenten candidatos que reunieron el número de firmas necesario. Detuvieron a gente por manifestarse pacíficamente», aseguró a la AFP Irina Dargolts, una ingeniera de 60 años.
«Tengo la impresión de que el país es prisionero y sus ciudadanos son rehenes […] Nadie representa al pueblo», lamentó Dmitri Jobotovski, un militante del movimiento «Rusia Abierta», del exoligarca en el exilio Mijail Jodorovski.
– Artistas movilizados –
La última figura de la oposición en libertad, la joven abogada Liubov Sobol, fue detenida antes de la manifestación tras un registro en su local de campaña.
«No puedo acudir a la manifestación. Pero sabéis qué hacer sin mí. Estoy orgullosa de todos aquellos que salieron a la calle», afirmó en su cuenta de Twitter, antes de ser liberada unas horas después.
AFP / Robin BJALONLa oposición rusa desafía al Kremlin
Aunque la oposición está diezmada, varias personalidades, alejadas de la política, participaron en la concentración, como Oxxxymoron, uno de los raperos más famosos de Rusia, que se manifestó con una camiseta en apoyo a Egor Jukov, un estudiante encarcelado.
Artistas famosos como el grupo de electrónica IC3PEAK, cuyos conciertos fueron prohibidos varias veces en los últimos meses, actuaron en un escenario.
Boris Zolotarevskyi, un colaborador del líder opositor Alexéi Navalni, fue detenido al bajar del escenario después de haber pedido a los manifestantes que continuaran la protesta frente a la administración presidencial.
Aunque las autoridades permitieron esta movilización, la policía rusa advirtió esta semana que cualquier intento de desplazarla fuera de la avenida Sájarov sería «frenado inmediatamente».
Otras manifestaciones estaban previstas en varias ciudades de Rusia. En San Petersburgo, 78 personas fueron arrestadas y otras 10 en Rostov del Don (suroeste).
– Mano dura –
La movilización comenzó después de que se rechazaran unas 60 candidaturas independientes para las elecciones locales del 8 de septiembre, que se anuncian difíciles para los candidatos que apoyan al poder en un contexto de malestar social.
Las dos anteriores manifestaciones de la oposición, prohibidas, el 27 de julio y el 3 de agosto, se saldaron con 1.400 y 1.000 detenidos respectivamente.
AFP / Vasily MAXIMOVUna manifestante se enfrenta a la policía, el 3 de agosto de 2019 en Moscú
Esta mano dura también se ve reflejada en los numerosos registros contra opositores o simples manifestantes, la apertura de una investigación por «blanqueo» a la organización del líder opositor Alexéi Navalni, actualmente en prisión, y las cortas penas de cárcel a las que fueron condenados casi todos sus aliados políticos.
En paralelo, las autoridades intentan por todos los medios disuadir a los jóvenes moscovitas de manifestarse. Como ya ocurrió la semana pasada, la alcaldía de Moscú organizó precipitadamente un festival de música gratuito, el sábado y el domingo en un parque de la capital.
Vía – AFP