Autoridades en Estados Unidos anunciaron que cerca de 300 de los 680 detenidos en redadas coordinadas en siete plantas procesadoras de alimentos en distintas localidades de Misisipi han sido liberados, decenas de ellos por razones humanitarias.
Denominada la mayor redada de la última década en EE UU, provocó, entre otras consecuencias, que niños se quedaran esperando en los colegios a que sus padres fueran a recogerlos, pero estos no llegaron. Los menores, llorando desconcertados en los gimnasios de las escuelas, han sido una de las imágenes que dejó la macrooperación en siete plantas de procesamiento de alimentos del Estado sureño. esto quiere decir que sus hijos no tenían a nadie que se hiciera cargo de ellos mientras sus progenitores estaban bajo arresto.
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Más 200 menores latinos no asistieron a clases a este jueves. El Departamento de Justicia en un comunicado informó que, «Al parecer aproximadamente 30 extranjeros fueron liberados por razones humanitarias y otros 270 detenidos quedaron en libertad. Todos fueron devueltos al lugar donde los encontraron originalmente”.
«Los inmigrantes liberados fueron enjuiciados ante los tribunales federales de inmigración y tendrán que presentarse en una fecha próxima», explicó el portavoz de la policía migratoria de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).
El vídeo tomado por CNN a Magdalena Gómez, de nueve años, llorando fuera de su escuela porque detuvieron a sus padres se difundió como la pólvora en una semana particularmente sensible para la comunidad latina en EE UU tras el tiroteo del pasado sábado en El Paso, Texas, que dejó 22 muertos.
«Gobierno, por favor, ponga su corazón, deje que mis padres sean libres con todos los demás, por favor», suplicaba la pequeña entre lágrimas en Forest, una ciudad de cerca de 6.000 habitantes. Unos amigos de su padre la llevaron a un gimnasio de la comunidad, que recibió a menores cuyos padres fueron detenidos por algunos de los 600 agentes del ICE que participaron de las masivas redadas.
Por su parte, Lea Anne Brandon, protavoz del Departamento de Servicios de Protección Infantil resaltó que, «no fuimos notificados de antemano de la actividad de ICE, ni nos han contactado después del hecho. Es frustrante porque tenemos recursos en el terreno y personal capacitado y con licencia para responder a situaciones de emergencia, y pudimos proporcionar servicios que, en cambio, se resolvieron aparentemente de manera improvisada».
Un mes atrás, el presidente Donald Trump había advertido de que se realizarían redadas masivas en 10 grandes ciudades para expulsar de EE UU a unos 2.000 extranjeros que tienen orden de deportación, de los más de 10 millones de inmigrantes irregulares que residen en el país.
