Demi Lovato no deja nada sin decir. En su docuserie Demi Lovato: Dancing with the Devil, que se estrenó el martes en el Festival de Cine SXSW, la cantante revela que fue agredida sexualmente por su traficante de drogas la noche de su sobredosis.
«No solo tuve una sobredosis. Se aprovecharon de mi», dice la joven de 28 años en la película sobre la noche de julio de 2018 durante la cual dijo que casi muere.
Una amiga de Lovato, Sirah Mitchell, explicó que a Lovato le habían dado heroína «mezclada con fentanilo» esa noche. «También terminó colocándola realmente y dejándola por muerta», dice Mitchell sobre el comerciante en el documental.
«Cuando me encontraron, estaba desnuda, azul. Me dejaron literalmente muerta después de que él se aprovechó de mí», dice Lovato. «Cuando desperté en el hospital, me preguntaron si habíamos tenido sexo consensuado. Hubo un flash que tuve de él encima de mí. Vi ese flash y dije que sí. No fue hasta un mes después de la sobredosis que me di cuenta, ‘No estabas en ningún estado de ánimo para tomar una decisión consensuada'».
En la serie, Lovato se emociona al relatar cómo lidió con el trauma que enfrentó no solo desde la noche de su sobredosis, sino también con una agresión sexual anterior.
«Cuando era adolescente, estaba en una situación muy similar. Perdí mi virginidad en una violación», dice en la película.
Si bien reconoce que ella y su presunto atacante habían estado «lidiando» en ese momento, Lovato dice que dejó en claro que no estaba «lista» para perder su virginidad.
«Yo era parte de esa multitud de Disney que dijo públicamente que estaban esperando hasta el matrimonio. No tuve la primera vez romántica», dice Lovato. «Eso no fue todo para mí, eso apestaba. Luego tenía que ver a esta persona todo el tiempo, así que dejé de comer y lo sobrellevé de otras maneras».
Lovato luego dice «Joder, lo voy a decir», y revela que compartió lo que le había sucedido a los adultos. Sin embargo, su presunto atacante «nunca se metió en problemas por ello».
«Nunca lo sacaron de la película en la que estaba. Siempre lo mantuve en silencio porque siempre tuve algo que decir. No sé, estoy cansada de abrir la boca. Aquí está el té», dice.
Después de sus dos experiencias de agresión sexual, Lovato intentó «tomar el control» poniéndose en contacto con sus abusadores para hacerlo «a su manera».
«Llamé a esa persona un mes después y traté de arreglar las cosas teniendo el control. Todo lo que hizo fue hacerme sentir peor», dice sobre su agresión adolescente.
«Ambas veces fueron recreaciones de trauma de libros de texto, y realmente me castigé durante años, por lo que me costó mucho aceptar el hecho de que fue una violación cuando sucedió», dijo en otra parte.
