El huracán Dorian golpeó las Bahamas este domingo como la segunda tormenta más fuerte del Atlántico desde 1950 y se acercó a Estados Unidos, lo que obligó la evacuación de zonas de los estados de Florida, Georgia y las Carolinas.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) informó que Dorian tocó tierra en Cayo Elbow en las islas Ábaco -en el norte del Bahamas- como un huracán de categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson, con vientos máximos sostenidos de 295 km/hora y ráfagas de más de 354 km/hora.
La fuerza de Dorian, explicó la cadena CNN, se puede comparar con Wilma en 2005, Gilbert en 1988 y un poco por debajo de Allan en 1980 que tuvo vientos de 305 kilómetros por hora.
Los residentes de Ábaco subieron videos a las redes sociales mostrando el agua a la altura de la mitad de las casas debido a las inundaciones, con partes de los techos arrancados. Las proyecciones llegaban hasta 76 centímetros de lluvias y oleadas de 7 metros ante el paso del huracán. Otras imágenes mostraban automóviles volcados en carreteras junto a casas destruidas por la torrenciales lluvias y fuertes vientos. Además, se veía a personas que trataban de alcanzar las partes altas de sus viviendas mientras subía el nivel del agua, que convirtió parte de las islas en ríos.
El golpe del paso de la tormenta duraría horas, informó el NHC, debido a que el huracán podría avanzar a solo 1,6 kilómetros por hora, “prolongando los efectos catastróficos”.
El primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, pidió el sábado a la población del noroeste del archipiélago, en especial a los residentes en islas Ábaco y Gran Bahama, que abandonaran la zona si no contaban con un lugar seguro para resistir el paso del histórico huracán. Sin embargo, muchas personas no quisieron abandonar sus hogares y se vieron sorprendidas por las grandes inundaciones.
Las autoridades de Bahamas no habían dado a conocer este domingo información oficial de los daños que se habían producido debido a Dorian o si habían fallecidos o heridos, ya que la tormenta se mantenía todavía en el áreay no se esperaba que abandonara la región en su camino hasta la costa este de Estados Unidos hasta el lunes, según informó la agencia EFE.
El primer ministro, tras reunirse con la dirección de la Agencia Nacional de Manejo de Emergencias (FEMA) de Bahamas, dijo que se trata del ciclón más destructivo al que se ha enfrentado en su historia el archipiélago atlántico.
Por otro lado, millones de personas desde Florida a Carolina del Norte estaban atentas para ver si Dorian no tocaba tierra en Estados Unidos y giraba al norte hacia el Océano Atlántico. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció la suspensión de peajes de algunas carreteras estatales en anticipación al posible impacto del huracán.
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que la tormenta podría impactar la costa este desde Florida hasta Carolina del Norte. “Esto parece monstruoso”,afirmó Trump durante una reunión informativa con FEMA en Washington. “No sabemos lo que se nos viene”, sostuvo.