En Venezuela se está registrando una “dolarización obligada”, según explican expertos financieros, porque aunque todos los precios estén calculados en la divisa extranjera, producto de la hiperinflación sostenida en los últimos dos años, los comerciantes no cuentan con suficientes billetes verdes para entregar vuelto en operaciones de menudeo.
Ramón López, vende sandalias a 7 dólares, y afirma que muchos clientes que pagan con un billete de 10$ están reacios a recibir un pago móvil por el equivalente a los tres dólares de vuelto. “La gente exige que el vuelto sea en dólares, pero los billetes de un dólar son difíciles de conseguir, porque es poco lo que valen y porque suelen estar muy desgastados”, comentó. Está semana se le cayeron varias ventas por ese motivo.
El economista Jhon Cisnero, sostiene que la falta de vuelto se está registrando en todo el país y que la mayoría de los dólares que están circulando no son de baja denominación. “Abundan los billetes de 100, de 50 y de 20 dólares, pero faltan los de 10, los de 5 y un dólar. Esto ocurre porque las divisas que se encuentran en el mercado no son emitidas por el Banco Central de Venezuela. Se está dando una dolarización sin ser oficializada”, indicó.
Édgar Urbaez, economista, afirma que los comerciantes se han visto obligados a fijar precios en dólares, por la escasez de bolívares que se registra. “No hay dinero físico, la economía se está alimentando de las remesas extranjeras en manos de un tercio de la población, y no hay sueldo en bolívares que aguante los precios. La gente no está preparada para el fenómeno de dolarización de facto que presenta, porque el gobierno ha perdido el rumbo de la economía y está siendo permisivo, al dejar circular el dólar, que no es una moneda de curso legal, porque la Constitución establece que sólo el bolívar puede regir la economía nacional”, precisó.
En la avenida 20, algunos comerciantes fijan tasas de pago distinta por la mercancía, cobrando más barato a aquellas que cancelen en dólares en efectivo, que con tarjetas de débito o crédito, pero están atentos con los billetes que estén arrugados, rayados, sean muy antiguos o desgastados, llegando a rechazarlos si son utilizados en pagos.