Washington.- Estados Unidos aumentó este viernes su ofensiva contra Cuba y la Venezuela de Nicolás Maduro, al ampliar la lista negra de entidades cubanas y anunciar restricciones de visados, justo el día que la isla celebra 66 años del inicio de la revolución.
Dos hoteles y dos editoriales propiedad del sector estatal de seguridad y defensa se agregaron a la lista de entidades cubanas que tienen prohibido hacer transacciones financieras con ciudadanos y empresas estadounidenses, en el marco del memorando de junio de 2017 con el que el gobierno de Donald Trump endureció su política hacia la isla, indicó AFP.
El Departamento de Estado dijo que con esta medida busca garantizar que fondos de Estados Unidos «no apoyen directamente el aparato de seguridad estatal de Cuba, que no solo viola los derechos humanos del pueblo cubano, sino que también exporta esa represión a Venezuela para apoyar al corrupto régimen de (Nicolás) Maduro».
«Los cambios entrarán en vigencia hoy, 26 de julio, cuando Cuba celebra más de 60 años desde el inicio de la Revolución Cubana», señaló en un comunicado.
«Sesenta años después de que (Fidel) Castro prometiera mejorar las vidas del pueblo cubano, la revolución continúa fallando a su pueblo al despilfarrar el potencial económico de Cuba a través de la mala gestión y la opresión de los cubanos valientes que continúan la lucha por la libertad», dijo.
Las cuatro entidades son el Hotel Palacio Cueto en La Habana; el complejo turístico Cayo Guillermo Resort Kempinski, en los cayos Jardines del Rey; la Editorial Capitán San Luis, del Departamento de Seguridad del Estado; y Casa Editorial Verde Olivo, del Ministerio de las Fuerzas Armadas.
Con esta actualización (la cuarta desde que se creó la lista en noviembre de 2017) son más de 200 las entidades y subentidades vetadas para operar con estadounidenses, la gran mayoría vinculadas a la industria turística, pero también a actividades de propaganda, logística y tecnología militar.
Pedro Freyre, un abogado de Miami experto en el embargo económico que Estados Unidos aplica a Cuba desde 1962, dijo que estas medidas continúan la política de presión de la administración Trump hacia Cuba, y siguen vinculando la situación en Venezuela con el gobierno cubano.
«Si bien no es un aumento significativo de las sanciones, el listado probablemente resultará en un mayor deterioro de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos», dijo Freyre.
Restricciones de visas
El Departamento de Estado anunció además restricciones de visa a funcionarios cubanos, y eventualmente a sus familiares directos, involucrados en «prácticas laborales de explotación y coercitivas», en alusión a las misiones médicas de Cuba en el extranjero, que los últimos años ha generado millonarios ingresos a La Habana.
Por este programa insigne de la revolución, Estados Unidos incluyó hace un mes a Cuba en su lista negra de países que no hacen lo suficiente para luchar contra la trata de personas, una designación que puede conllevar sanciones.
Estados Unidos y Cuba tuvieron un histórico acercamiento entre 2014 y 2016, cuando se restablecieron las relaciones diplomáticas rotas desde la revolución. Pero esa aproximación se congeló con la llegada a la Casa Blanca de Trump en 2017.
El vínculo se degradó aún más cuando asumió como asesor de seguridad nacional John Bolton, quien en noviembre pasado anunció «acciones directas» contra la «Troika de la tiranía» en la que incluyó a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Entre las sanciones recientes contra Cuba figuran la prohibición de viajes de cruceros, la limitación de las remesas familiares y la activación del título III de la ley Helm-Burton, que permite demandar en tribunales estadounidenses a empresas extranjeras que administren bienes nacionalizados en Cuba por la revolución de 1959.
Además, incluyó en su lista negra a la petrolera Cubametales y a buques que transportaban crudo venezolano a la isla.
Washington, que desconoce el mandato de Maduro por considerarlo ilegítimo, acusa a La Habana de ser uno de los principales aliados del mandatario, aferrado al poder a pesar del abierto desafío del líder opositor Juan Guaidó, reconocido desde enero como presidente interino por medio centenar de países.
Con información de El Universal