Lo que hace varios días nació como un rumor el Gobierno estadounidense lo hizo oficial. El Asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, reiteró lo anunciado por el presidente Donald Trump, quien este martes dijo que su administración está en contacto con el chavismo «a muy alto nivel».
La novedad llegó al anunciar que lo discutido en dichas reuniones es la salida de Nicolás Maduro del poder. Una declaración por una fuente anónima de la Casa Blanca reveló que aliados del mandatario venezolano están negociando con Washington para apartarlo de su cargo.
Como el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, quien se reunió en Caracas de manera secreta con un representante de Trump, pero el número dos del chavismo tildó dichas acusaciones de «mentira» y «manipulación».
La portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, expresó que esta última revelación es, «una señal más de que las personas cercanas a Maduro están preocupadas por su liderazgo fallido y, por supuesto, saben que sus días están contados».
Posteriormente, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, admitió que sabía sobre estos contactos y declaró que se trata de una iniciativa que forma parte de una gran estrategia para lograr el «cese a la usurpación».
«Hay algunos detalles que han salido a la luz pública luego de ocho intensos meses, siete, desde que asumiéramos formalmente la presidencia encargada, reconocidos por 60 países del mundo», añadió el líder opositor.
Lo anterior contrasta con lo anunciado por el presidente Nicolás Maduro, quien este martes confirmó que efectivamente ha tenido contactos con altos funcionarios de Estados Unidos, pero que el objetivo es «buscar un proceso de regularización del conflicto», asegurando la posibilidad de que su Gobierno está preparado si Trump «algún día quisiera hablar seriamente».
Mientras tanto, en Venezuela, decenas de ciudadanos continúan llenando una serie de formularios que hacen parte de la campaña denominada «No Más Trump», con la que rechazan el bloqueo impuesto por Washington a los bienes estatales venezolanos en territorio estadounidense.
Fuente France24