El mito de que las personas que pasaban hambre, se ubicaban sólo en zonas pobres del país, quedó desmontado con la crisis económica. El hambre se metió en las casas hasta de la clase media, o zonas élites como las universidades, porque las familias ya no pueden comer tres veces al día, debido a lo caro de los alimentos. Fedeagro asegura que 21 millones de personas, es decir, el 70% de la población, presenta desnutrición de leve a moderada, lo que representa que están por debajo de su peso, de acuerdo a su edad y talla.
Sólo 300 gramos de alimentos está consumiendo el venezolano diaramente, alertó Fernando Camino, expresidente de Fedeagro, informando que en el 2013, el consumo diario de alimentos era de 1.2 kilos por venezolano. “El plato ahora está conformado por carbohidratos. Harina precocida, arroz y pasta, algunos tubérculos como la yuca, y muy pocas proteínas como granos y sardinas”. Atrás quedó la ingesta de proteína animal, como carne de res o pollo, frutas y hortalizas que aportan los nutrientes requeridos.
Según la Organización Mundial de la Salud, una persona debe consumir 2.500 calorías diarias, y un plato basado en sólo carbohidratos y en poca cantidad, una o dos veces al día, proporciona sólo 600 calorías según indicó Camino, basándose en estudios realizados por Cáritas de Venezuela y la Fundación Bengoa. En promedio, el venezolano sólo esta comiendo 18 gramos de proteína diarias de los 70 gramos que debería ingerir.
“Los carbohidratos llenan, aportan energía, pero no alimentan”, mencionó Mariela Montilva, médico especialista en nutrición, indicó que hay hogares en Barquisimeto donde los niños están comiendo sólo un huevo al día, y es la única proteína que reciben. “A veces las madres les dan sopas de apio o de ocumo, pero en muy pocas cantidades”.
Luzmila Leal, internista y coordinadora de la organización civil Médicos Unidos de Venezuela, destacó que siete de cada 10 niños de Lara están desnutridos con dos o tres kilos por debajo de su peso adecuado. “Son niños al igual que sus padres, hacen una o máximo dos comidas diarias, o que nunca en su vida han consumido leche”, alertó. Precisó que el 5% de la población infantil que es tratada en hospitales de la entidad, está marcada por la desnutrición crónica, la peor enemiga del desarrollo de la infancia.
“Es la desnutrición que puede llevar a un niño a la muerte, porque tienen de 10 a 15 kilos por debajo de su requerimiento, y el niño no se puede recuperar tan rápidamente sólo con la ingesta de alimentos, el daño es colateral”, informó.
Si este tipo de desnutrición se da en los primeros cinco años de vida, las consecuencias son devastadoras. “El cerebro no se desarrolla bien, y el niño tendrá durante toda su vida problemas cognitivos, es decir, dificultad para el aprendizaje. Hay una disminución de la masa muscular, aparentan menos edad que las que tienen, y son pocos los que se logran salvar”, mencionó.
Además de insuficiencia venosa, los niños con desnutrición crónica sufren de infecciones severas como diarreas e insuficiencia respiratoria, su debilidad es tal que son propensos a ser contagiados con cualquier virus, indicaron las especialistas de salud.
Esta situación ha provocado que la población haya disminuido su esperanza de vida en tres años. “En promedio, el venezolano llegaba a vivir 72 años, ahora su expectativa de vida es de 69 años”, dijo Fernando Camino refiriéndose a la encuesta de Condiciones de Vida (Encovi).
Vía – La Patilla