El Ministerio de Seguridad contará con cuatro helicópteros, un avión radar y dos buques para resguardar el cielo y las aguas costarricenses.
Las aeronaves y embarcaciones destacarán en la lucha que el país hará al narcotráfico durante el 2020; tras dos años consecutivos de decomisos récord de drogas.
«El equipo es fundamental. Un equipo rápido, que esté en buenas condiciones, que esté bien conducido eso ha hecho la diferencia… hay que reconocerlo. El recurso humano es vital, pero el tener esos equipos nos ayuda y nos va a ayudar todavía más en incrementar las cantidades de incautaciones en diferentes lugares», manifestó el ministro Michael Soto.
Versatilidad para interdicciones
El 12 de marzo de 2019 llegaron al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría (AIJS), a bordo de un gigantesco Boeing C-17 Globemaster III de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, cuatro helicópteros tipo UH-1 Iroquois, del fabricante militar Bell.
Dichas aeronaves fueron donadas en el marco del Programa de Capacitación Aérea de la Oficina para Asuntos Antinarcóticos, Seguridad Ciudadana y Justicia (INL, por sus siglas en inglés) de la Embajada de ese país, en alianza con el Gobierno de la República.
Sin embargo, no será sino hasta marzo de 2020 que las aeronaves podrán ser utilizadas, de acuerdo con el ministro Michael Soto.
Ello por cuanto el personal del Ministerio de Seguridad requería de una capacitación especial, que reciben en el gigante norteamericano.
Los helicópteros para nosotros van a ser muy importantes. (…) El helicóptero tiene una versatilidad importante, sobre todo para temas de interdicciones», señaló el jerarca.
Un año más tarde, para marzo del 2021, las aeronaves pasarán a manos del Servicio de Vigilancia Aérea (SVA), que deberá hacerse cargo de los costos operativos.
Patrullaje desde las alturas
También, el 5 de diciembre de 2019 el Ministerio de Seguridad Pública presentó su primer avión radar: un King Air 250, de la marca Beechcraft.
Esta es una aeronave está equipada con modernas cámaras de última tecnología y desde entonces se opera en misiones de la cartera.
Por sus características, el avión se utilizará para vigilar el territorio marítimo costarricense, tanto para contrarrestar las actividades ilícitas en los océanos, entre ellas el narcotráfico y la pesca ilegal; como para realizar operaciones de búsqueda y rescate.
«El tema de los aviones radares lo que hacen es hacer las persecuciones aéreas, sin interdicción», aclaró el ministro del ramo, Michael Soto.
La aeronave tuvo un costo de ¢7.691 millones, entre su compra, su adaptación y entrenamiento humano.
De los recursos, ¢4.265 millones provienen del presupuesto del Servicio de Vigilancia Aérea. Los restantes ¢3.426 millones provienen de una colaboración del Gobierno de Estados Unidos.
Persecuciones en los océanos
Otros dos barcos patrulleros se sumarán a la flota del Servicio Nacional de Guardacostas en el mar Caribe costarricense.
Se trata de dos buques de 85 pies, del fabricante estadounidense Metal Shark.
Estos comenzarán a utilizarse en enero de 2020, según lo adelantó a este medio el ministro de Seguridad Pública, Michael Soto.
Los operadores, así como ingenieros y mecánicos de las embarcaciones también debieron capacitarse en las estaciones de la Guardia Costera de Estados Unidos.
«Y las lanchas, por ejemplo estas dos Metal Shark, que las vamos a ocupar en el Caribe, donde tenemos poquito equipo marítimo, ya vamos a robustecer mucho la parte de Limón», resaltó el jerarca.
«Todo este equipo nos ayuda a la protección del territorio costarricense en el aire y el mar, principalmente, y ese es el objetivo nuestro, evitar el narcotráfico, la pesca ilegal y ayudar a personas que están en situaciones de emergencia en altamar», añadió.