El mayor congreso mundial sobre ciencia y envejecimiento se ha dado cita este fin de semana en Madrid. “GeroScience”, un encuentro promovido desde hace varios años por el Instituto Nacional de Envejecimiento de Estados Unidos, ha sido organizado por el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de Fragilidad y Envejecimiento Saludable y la Fundación Gadea por la Ciencia
Entender el envejecimiento, así como los mecanismos genéticos, moleculares y celulares que intervienen en este hecho biológico es clave para comprender el origen de muchas enfermedades, ha sido una de las conclusiones del encuentro.
Otra, que comer menos, dormir más y hacer ejercicio moderado son tres elementos fundamentales para sumar calidad a la vida.
GeroScience ha puesto sobre la mesa los últimos avances relacionados con la autofagia, el acortamiento de los telómeros, la epigenética, la respuesta al estrés o la restricción para frenar el envejecimiento.
La reunión, celebrada por primera vez en Europa, ha reunido a científicos de numerosos países que han profundizado en el conocimiento sobre cómo afecta el envejecimiento a la aparición y progresión de enfermedades crónicas -como párkinson o alzhéimer-, pero también a otras afecciones que empeoran con la edad, como la fragilidad o falta de resiliencia.
El biólogo molecular Manuel Serrano, coorganizador del encuentro y consejero de la Fundación Gadea, subrayó que muchas enfermedades son resultado de un envejecimiento “selectivo y acelerado” de algún tejido concreto, y citó como ejemplo las cardiovasculares o neurodegenerativas.
Serrano destacó a EFE que el objetivo de la ciencia y la investigación no es la inmortalidad, sino mejorar el tratamiento de las enfermedades típicas del envejecimiento, con la mirada puesta en ayudar a mantener una calidad de vida satisfactoria durante el mayor tiempo posible.
Intervenciones de los científicos en GeroScience
Felipe Sierra, director del Instituto Nacional sobre Envejecimiento de Estados Unidos: “Tenemos que entender que el envejecimiento es el principal factor de riesgo para el desarrollo de la mayor parte de las enfermedades crónicas. No se trata de encontrar una solución individual, sino de sumar esfuerzos para retrasar los efectos de la edad. Esa es la base de la gerociencia. Por primera vez en la historia, tenemos más gente mayor que joven, y si conseguimos retrasar el comienzo de la fase en que somos más frágiles, que suele inicarse a los 65 años, habremos añadido calidad a la vida”.
María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas: “A partir del estudio sobre los pilares del envejecimiento, nos percatamos de que existen nueve procesos que intervienen en su aceleración. Uno de ellos es el acortamiento de los telómeros, que influye directamente en la pérdida funcional. Esta evidencia es importante porque, precisamente, los animales con los telómeros más largos, como el elefante o el flamenco, también son los que presentan una mayor longevidad”.
Ana María Cuervo, co-directora del Instituto Albert Eistein (EEUU) y consejera de la Fundación Gadea: “El envejecimiento es un estado fisiológico como la adolescencia, el problema es que conlleva un aumento del riesgo de padecer ciertas enfermedades”.
“Hay fundamento biológico en lo que nos decían nuestras abuelas. La clave para envejecer mejor es comer menos, dormir más y practicar ejercicio moderado. Tendremos que combinar distintas terapias o intervenciones para dar con un buen resultado; pero necesitamos que la población colabore, que aplique ciertos cambios en su estilo de vida”.
José Antonio Gutiérrez-Fuentes: “Modular el envejecimiento es una gran oportunidad para el mundo científico y la sociedad en general, pero también debería sumar los esfuerzos de tecnólogos y empresarios”.
Vía – EFE
