Muchas personas no pueden desear un feliz día a su madre físicamente.
Por eso, cada 15 de agosto acuden a sus tumbas para recordar y conmemorar esta fecha especial.
Hoy jueves no es la excepción y el Cementerio de Obreros es ejemplo de ello.
Al inicio de este artículo usted podrá encontrar una galería que refleja solo algunas de las costumbres de quienes han perdido a su madre.
Algunos llevan flores, otros pintan las tumbas y un gran grupo – el de creyentes católicos- celebra una misa en honor a los difuntos, pero en especial a las mujeres madres.
Esta es una realidad que se replica en diferentes puntos del país.
Las ventas de flores a las afueras de los cementerios, los hombres ofreciendo su servicio de chapeo y pintura anuncian que es un día en el que normalmente se visita a quienes ya murieron.