Francia promulgó este jueves, con la publicación en el Diario Oficial, una ley para proteger a los menores de edad de la violencia sexual, texto calificado de «histórico» por el Gobierno de Emmanuel Macron.
La iniciativa fue adoptada hace una semana por unanimidad en la Asamblea Nacional, luego que en términos idénticos había sido respaldada en la Cámara Alta poco antes.
El ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, dijo al respecto: «No tocamos a los niños», y con esta ley «ningún adulto agresor puede contar con el consentimiento de un menor de 15 años», precisó.
El funcionario aclaró que esta cláusula solo es válida para las relaciones consensuadas, no las que se producen en el marco de una agresión, como la prostitución o los abusos.
Dentro de la ley hay una cláusula apodada «Romeo y Julieta», la cual se refiere al amor adolescente y establece una excepción si las relaciones acordadas se dan entre personas con una diferencia de edad menor a cinco años.
Al mismo tiempo, establece que toda persona menor de 15 años carece de capacidad legal de consentimiento para el acto sexual con un adulto, mientras eleva a 18 años el umbral en caso de incesto.
Esta iniciativa jurídica sigue a la polémica desatada en Francia por libros como «El Consentimiento», de Vanessa Springora, y «La familia grande», de Camille Kouchner, que denuncian abusos sexuales contra menores de edad.
Por otra parte, esta ley extiende más allá de los 30 años actuales la prescripción del delito de violación si el abusador ha agredido a más menores. El plazo de 20 a 30 años se fijó en 2018 y ese tiempo adicional se acordó teniendo en cuenta la llamada «amnesia traumática», frecuente en ese tipo de agresiones.
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Los delitos sexuales contra menores volvieron a estar bajo la lupa en Francia en los últimos meses, tras denuncias de ese tipo contra figuras reconocidas en el país como el caso del politólogo Olivier Duhamel, que el martes pasado reconoció haber abusado de su hijastro.
Los escándalos de pedofilia en la escuela, en la Iglesia o en el ámbito deportivo, el incesto, la prostitución de menores o la pornografía infantil en Internet, demuestran la magnitud de esos crímenes.
Fuente: Telesur