La administración Alvarado Quesada corre el riesgo de incumplir la mayoría de las metas contenidas en el Plan Nacional de Desarrollo y de Inversión Pública (PNDIP) 2019-2022, debido a que en el primer semestre se produjeron tendencias desfavorables.
Así se desprende de una valoración técnica efectuada por la Contraloría General de la República (CGR) en el documento Evolución Fiscal y Presupuestaria del Sector Público, en el Primer Semestre 2019.
En esta se indica que las metas que correrían riesgo de incumplimiento son crecimiento económico, desigualdad, reducción de la pobreza y el desempleo.
El Ministerio de Planificación y de Política Económica (Mideplan) es el responsable de la elaboración, seguimiento y apoyo del PNDIP, junto con el apoyo de las unidades y oficinas de planificación de los ministerios e instituciones autónomas y semiautónomas.
El PNDIP 2019-2022 cuenta con un objetivo nacional enfocado en el desarrollo social, económico y ambiental, 5 metas nacionales, 7 áreas estratégicas de articulación presidencial, que se desgranan además en 27 metas de áreas estratégicas y 281 de intervenciones.
Durante el plazo de ejecución se estima una inversión presupuestaria de ¢11,8 billones.
“Con la información disponible al primer semestre, se prevé que no se cumpla la meta nacional del PNDIP sobre crecimiento económico de 2019, establecida en 3,4% con respecto al PIB de 2018. Según la revisión del Programa Macroeconómico 2019-2020, el BCCR estima que el crecimiento del PIB será de 2,2% en 2019 y 2,6% en 2020, lo que representa 1 punto porcentual y 0,4 puntos porcentuales menos que lo esperado en enero de 2019”, señala la Contraloría.
El documento añade que “en sus proyecciones de otras metas nacionales del PNDIP 2019-2022, Mideplan explicó que el crecimiento económico está relacionado con la Tasa de Desempleo Abierto y el Coeficiente de Gini (medida de desigualdad en el ingreso). Por ende, las expectativas sobre el cumplimiento de estas tres metas nacionales no son optimistas para 2019 y en conjunto también generan condiciones que elevan el riesgo de incumplimiento de la meta nacional de reducción de la pobreza”.
Para este año en el indicador de desempleo se establece una meta del 7,9% al 8,6%, mientras que se busca mantener en 0.551 el coeficiente de Gini; en tema de pobreza, se tiene una proyección de ubicarlo entre el 18,1% y el 18,2%.
A REDOBLAR ESFUERZOS
Para la Contraloría es urgente que la administración redoble todos los esfuerzos posibles para mejorar el impacto sobre las metas nacionales, pese a que la mayor parte de las intervenciones del PNDIP se enmarcan en un horizonte de mediano plazo.
De acuerdo con la entidad fiscalizadora del Estado, los resultados reales de la reactivación económica dependen del desarrollo de proyectos de inversión pública y privada en infraestructura, cuya eficiencia será fundamental dado su impacto sobre el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Al mismo tiempo, en el texto se detalla que “el resto de intervenciones apunta a lograr transformaciones significativas en la empleabilidad de las personas, el valor agregado de empresas acompañadas, la competitividad del país, la confianza en la economía, entre otros resultados que no son de corto plazo, pero que cuyo monitoreo y avance también es clave para impactar en términos de crecimiento y empleo”.
“En el PNDIP existen iniciativas que deberán cumplir ciclos de maduración en el cuatrienio, como el Sistema Nacional de Empleo y su plataforma informática única, así como los proyectos en fase de preinversión (…)
También existen otras intervenciones en el PNDIP que contribuyen con la reactivación que son a largo plazo por naturaleza, como el retorno de la inversión social, las reformas al sistema educativo, reducir brechas tecnológicas, y aquellas intervenciones que apuntan a generar condiciones para el desarrollo de mercados, técnicas y tecnologías más productivas para el país”, se lee en el documento
Al respecto, la Contraloría menciona que al tratarse de un tema transversal y cuyas medidas en el corto plazo contribuirán al mediano y largo, “la reactivación económica también alerta sobre la importancia de mejorar cómo se miden e informan sus resultados y la trazabilidad de la información contenida en el PNDIP”.
“Tanto en reactivación económica como en el resto de intervenciones del PNDIP, hay aspectos técnicos de su formulación que conducen a que sean difusos el seguimiento, la evaluación y la rendición de cuentas sobre este tipo de resultados. En general, el país debe avanzar más allá de una planificación y rendición de cuentas enfocadas en los resultados de este cuatrienio, cada cuatro años. Esto requiere reconocer la necesidad de articular los resultados en el corto, mediano y largo plazo”, se concluye.