El intento de un sobreviviente del Holocausto italiano de alentar a otros adultos mayores a recibir la vacuna anti-COVID-19 ha desencadenado una ola de comentarios antisemitas y otras invectivas en las redes sociales.
Liliana Segre, de 90 años, recibió el jueves la primera de la serie de vacunas de dos inyecciones en Milán. Instó a las personas que llegan a su edad a «no tener miedo y vacunarse».
“No le tengo miedo a la vacuna, le tengo miedo a la enfermedad”, remarcó Segre.
Después de que los comentarios de Segre recibieran atención negativa en las redes sociales, la ministra del Interior italiana, Luciana Lamorgese, expresó su solidaridad con ella y denunció el «nuevo e inaceptable ataque» que, según él, estuvo marcado por «una mezcla muy peligrosa de odio, violencia y racismo».
Segre mostró públicamente un hombro para recibir la inyección de la vacuna en un hospital el primer día que Milán comenzó a administrar las inyecciones a los residentes de 80 años o más. Dijo que creía que quienes se niegan a vacunarse están «demasiado asustados o no están lo suficientemente informados».
“Entonces, como abuela de 90 años, les digo a mis ‘hermanos’ y ‘hermanas’ que llegan a esta edad que no tengan miedo y se vacunen”, dijo.
Segre tiene uno de los más altos honores de Italia. En 2018, el presidente Sergio Mattarella la nombró senadora vitalicia en homenaje a sus años de hablar sobre el Holocausto con escolares italianos en aulas de todo el país.
Cuando las tropas alemanas ocuparon Italia durante la Segunda Guerra Mundial, muchos de los miembros de la pequeña minoría judía de Italia fueron detenidos en Roma y en otros lugares para su deportación.
Segre fue uno de los pocos niños italianos que sobrevivió a la deportación a un campo de exterminio nazi. Ella y su familia se escondieron después de que el régimen del dictador fascista Benito Mussolini introdujera leyes antijudías, pero fueron arrestadas en 1943 y colocadas en trenes que partían de Milán hacia campos dirigidos por los nazis.
Las leyes racistas de 1938 contra los judíos fueron abolidas con la muerte de Mussolini en 1945.
