La violencia y amenazas han dejado a casi 2 millones de niños sin escuela en África Central y Occidental

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Hasta el mes de junio, más de 9.000 escuelas habían cerrado en Burkina Faso, Camerún, Chad, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Mali, Níger and Nigeria como resultado de la inseguridad. UNICEF trabaja con las autoridades educativas y con las comunidades para implementar alternativas de aprendizaje como centros comunitarios, programas escolares radiales, tecnología aplicada a la  enseñanza y  el aprendizaje, y otras iniciativas.

El Fondo de la ONU para la Infancia informó este viernes que más de 1,9 millones de niños han sido forzados a abandonar la escuela debido a una ola de ataques y amenazas contra las instituciones educativas en los países de la región central y occidental de África.

Hasta el mes de junio, más de 9.000 escuelas habían cerrado en Burkina Faso, Camerún, Chad, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Mali, Níger and Nigeria como resultado de la inseguridad.

En un documento de alerta, UNICEF señaló que las agresiones deliberadas contra escuelas, estudiantes y maestros que asolan a la región les niegan a los niños su derecho a aprender y los dejan, junto con sus comunidades, con temores con respecto a su futuro.

La directora ejecutiva adjunta de UNICEF, Charlotte Petri Gornitzka, viajó a Mali esta semana acompañada por la embajadora de Buena Voluntad Muzoon Almellahan para observar el impacto de la violencia en la educación de los menores.

“Los ataques deliberados y las amenazas a la educación convierten en sombrío el panorama de los niños, las familias y las comunidades en toda la región. Visitamos un campamento de desplazados en Mopti, en Mali, y conocimos a los niños que estudian en un espacio seguro provisto por UNICEF. Es evidente la importancia de la educación para esos menores y sus familias”, dijo Gornitzka.

Vida difícil, pero con esperanza en el futuro

Por su parte, la niña refugiada siria embajadora de Buena Voluntad de UNICEF, indicó que en sus reuniones con niños y jóvenes en Mali se dio cuenta de lo difícil que es la vida para ellos y que, al mismo tiempo, pudo admirar su determinación y esperanza con respecto al futuro.

“También vi la diferencia que la educación hace en las vidas de los niños. Los niños en Mali y en toda la región son unos verdaderos héroes y merecen un entorno seguro para aprender y desarrollarse”, aputnó Muzoon Almellahan.

UNICEF trabaja con las autoridades educativas y con las comunidades para implementar alternativas de aprendizaje como centros comunitarios, programas escolares por radio, tecnología aplicada a la  enseñanza y el aprendizaje, y otras iniciativas.

Asimismo, el organismo de la ONU otorga herramientas de educación a los maestros que trabajan en zonas peligrosas, y brinda apoyo psicosocial y cuidados a los niños traumados por la violencia.

Falta de recursos

Según datos de UNICEF, los niños que viven en áreas afectadas por conflictos en África Central y Occidental constituyen el 25% del total de los menores que necesitan ayuda humanitaria a nivel mundial.

No obstante, la urgencia de asistirlos, los programas destinados a estos niños tienen un déficit de 72% en sus presupuestos, advirtió UNICEF.

“Con más de 40 millones de niños entre 6 y 14 años que no tienen acceso a la educación en África Central y Occidental, es fundamental que los gobiernos y sus socios diversifiquen las opciones con que cuentan para dar una educación de calidad. Deben buscar modelos culturalmente adecuados con enfoques innovadores, incluyentes y flexibles que se ajusten a los estándares de calidad y que ayuden a muchos menores, sobre todos a los que viven en escenarios de conflicto”, enfatizó la directora regional de UNICEF, Marie-Pierre Poirier.

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