Siempre fuera del radar mediático pero en la quiniela de muchos expertos, Australia aterrizó en China avisando de sus verdaderos intenciones en el Mundial. Derrotó a Estados Unidos en la preparación y ganó enteros en las apuestas como una de las selecciones más potentes (y desconocidas) del campeonato. Sin embargo, el desarrollo del torneo ha puesto a cada uno en su lugar y a los oceánicos les ha colocado como equipo invicto en semifinales, donde se encontrará con otro equipo que no conoce la derrota como es España.
¿Qué ha llevado a Australia hasta las semifinales del Mundial? La madurez de una de las mejores generaciones de su historia y un equipo que ha encontrado el equilibrio entre veteranía y juventud, apuntando a ser fija en los podios internacionales en el futuro.
Los oceánicos han descubierto en Patty Mills al líder que necesitaban para llevarles a buen puerto. El amigo aborigen de Rudy Fernández ha pasado de ser objeto de burla por los aficionados de la NBA en sus tiempos en los Blazers -cuando agitaba la toalla en el banquillo sin muchos minutos en pista- a una de las grandes estrellas del panorama internacional como demuestran sus 22,2 puntos, siendo el mejor anotador de cuantos quedan en semifinales.
Pero es que Mills no está sólo en esta misión. A su lado tiene compañeros que brillan más allá de la defensa como Matthew Dellavedova (10,2 puntos y seis asitencias); jugadores polifuncionales como Joe Ingles (10.5 puntos, 3.0 asistencias y 5.8 rebotes) y gigantes dominantes como el nuevo compañero de Ricky en los Suns, Aaron Baynes (13.3 puntos, 5.8 rebotes) y un Andrew Bogut que sigue aportando sus pequeñas dosis de calidad en los minutos que está en cancha.
Un arsenal más que suficiente para poner en jaque a cualquiera gracias a un juego dinámico y físico al servicio de un colectivo que quiere poner definitivamente a esta generación de jugadores en el mapa de los mejores equipos del planeta. El compromiso es claro y por ello ninguno de los jugadores australianos escatima una gota de esfuerzo en cancha.
CON LOS JUEGOS DE RÍO EN EL RECUERDO
Australia ya estuvo a punto de entrar en la élite mundial hace tres años en los Juegos de Río. Sólo España le dejó fuera del podio en un partido por el bronce que todavía escuece en el seno del conjunto oceánico. En Brasil, en un partido de infarto, sólo un rebote milagroso de Víctor Claver les dejó sin medalla y ahora quieren revancha en uno de los mejores momentos de su historia.
Vía – Marca
