La decisión del régimen de participar en la Comisión Preliminar, le da la oportunidad de supervisar el proceso, el cual podría finalizar en la ANC con aval del TSJ, afirmaron analistas
Después de una semana en la que parecía segura la ausencia del chavismo del proceso de designación del Comité de Postulaciones Electorales, la bancada oficialista accedió a incorporarse a la Comisión Preliminar, que formará parte del grupo que elegirá a los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral.
Esta decisión de última hora, lejos de ser un signo de debilidad, representa la intención del régimen de Nicolás Maduro de mantener el discurso de la mesa de diálogo nacional y hacerse con el control del proceso de renovación del Poder Electoral, el cual podría finalizar en la ANC con aval del TSJ, afirmaron analistas.
“La participación directa de la revolución en ese Comité de Postulaciones no es en ningún momento una debilidad, lo que demuestra es que la revolución cuando decide estar en un proceso, se sienta y cuando decide no estar, se retira”, consideró Oscar Vallés, jefe del Departamento de Estudios Políticos de la Universidad Metropolitana.
Considera que esta acción no implica un reconocimiento del Legislativo, dado que desde la asamblea nacional constituyente todavía se espera el nombramiento de la “comisión de enlace”, que fungirá como mediador entre el chavismo y la oposición.
“Esta comisión de enlace se va a convertir como en una especie de Comité de Postulación paralelo al de la AN. El oficialismo decidió cambiar su estrategia y va a penetrar todas las instancias donde pueda para conocer de cerca lo que hace la oposición”, precisó.
Agregó, además, que esto le brinda la oportunidad de torpedear, entorpecer y hasta impedir o retardar la renovación del CNE, que puede finalizar en 100 días máximo. La fase del Comité de Postulaciones puede llevarse a cabo en 25 días, mientras que el nombramiento de los rectores otros 75 días, hasta llegar a la votación con las dos terceras partes de la plenaria.
Pese a considerar que la incorporación a la Comisión Preliminar no es una muestra de debilidad, el analista político y consultor electoral Aníbal Sánchez indicó que sí empieza a mostrar las costura en el chavismo. “Los del ala de Cilia (Flores) y hermanos Rodríguez (Delcy y Jorge) están más hábiles a discutir y pertenecer a las comisiones del Parlamento, pero los diputados que obedecen a Diosdado Cabello no están muy de acuerdo”, resaltó.
Fernando Spirito, consultor político y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, dista de esta opinión. A su juicio, si la cúpula chavista estuviera realmente fuerte, se reintegraría al Parlamento y nombraría el CNE con las reglas de las leyes y la Constitución. “El hecho de que sea un régimen débil hace el nombramiento de los nuevo rectores sea un proceso que se da en múltiples escenarios: en la AN, en la ANC y en el TSJ”, expresó.
Mantener el discurso y control
La Comisión Preliminar fue integrada el martes por nueve diputados, los opositores Ángel Medina, Luis Aquiles Moreno, Stalin González, Piero Maroum, Olivia Lozano y Franklyn Duarte. Además, de los oficialistas William Gil, Nosliuw Rodríguez y Jesús Montilla. Aún faltan dos puesto por llenar, uno le corresponde al chavismo, que “busca a la persona adecuada”, y otro a los partidos minoritarios de oposición.
Entre las razones para acceder, a última hora, a participar en la designación del Comité de Postulaciones Electoral, se encuentran la necesidad del régimen de controlar y supervisar el proceso de renovación de CNE; el mantener la apariencia de que los acuerdos de la mesa de diálogo nacional se respetan; calibrar las influencias de los partidos políticos y retardar o entorpecer el proceso, de acuerdo con a su conveniencia.
“Es una jugada política audaz. Ellos (el chavismo) necesitan controlar el proceso de un nuevo CNE en todos los frentes posible, pero tienen una garantía que es el TSJ. Si la jugada en la AN no les sale de la manera que piensan, el TSJ que nombraría a los rectores”, mencionó Spiritto.
Destacó que para el régimen de Nicolás Maduro es importante tratar de re-legitimarse participando y retomando el Parlamento, que ha estado desde enero de 2016 en manos de la oposición. “Para el chavismo es fundamental que las elecciones parlamentarias se celebren en algún momento del año que viene. Posiblemente jugarán con la fecha porque ellos necesitan retomar el ámbito parlamentario”, señaló.
Sánchez recordó que el chavismo tiende a acompañar a veces con gesto lo que dicen en discursos. “Si ellos hablan de que apuestan todo en la mesa de diálogo, dentro de los puntos estaba la reincorporación de los diputados y la integración del Comité de Postulaciones”, dijo.
Vallés explicó que la participación activa del régimen en el proceso de renovación le permitirá, entre otras cosas, levantar inteligencia con los nombres que maneje la oposición de posibles rectores y medir la unidad opositora. “La revolución podrá calibrar cuánto es realmente la unidad opositora y cuáles son las fricciones”, subrayó.
Es muy poco lo que puede perder el chavismo, continuó, en vista de que si el resultado final del Comité de Postulaciones no va con los intereses de la cúpula gobernante, “lo entorpecerán, se producirá algún pronunciamiento de la ANC y apelaran al TSJ como instancia defensora”.
Un riesgo de la oposición
La oposición optó por correr el riesgo que representa la presencia del chavismo en la AN y la designación del nuevo CNE, aunque esto le ocasione la pérdida de la credibilidad y la aceptación de la mayoría del país, consideraron los politólogos.
A juicio de Vallés, a la dirigencia opositora le interesa preservar los pocos puentes con la revolución a no mantener ningún contacto con ella, dado que representa una puerta política. “La oposición ve esto como una oportunidad que tiene muchos riesgos, pero es un riesgo que se está jugando”, agregó.
Consideró que la oposición tiene que estar atenta y denunciar cualquier entorpecimiento o saboteo del chavismo. Además, de exigir a la cúpula chavista que sea levantado el desacato y que sea disuelta la ANC, entre otros petitorios que se han planteado en las distintas mesas de negociación.
Si el CNE termina saliendo de una negociación entre el régimen y la oposición, la oposición puede salir perjudicada, señaló Spiritto. “La opinión pública puede pensar que es una especie de colaboración entre ambos factores”, mencionó.
Un doble CNE o un CNE político
Los escenarios resultantes de este proceso de renovación del Poder Electoral son dos, de acuerdos con los analistas: un CNE alcanzado por un consenso político o dos CNE, uno designado por la AN y otro por el chavismo mediante la ANC con aval del TSJ.
El segundo escenario es el menos recomendado, dado que alteraría aún más la gobernabilidad en el país. “El escenario de doble CNE no nos llevaría a ninguna parte, dejaría la realización de las elecciones en manos del que tenga más fuerzas, es decir el régimen”, dijo Spitirro.
Mencionó de darse este caso, el oficialismo mediante la represión celebraría unas elecciones legislativas, que no tendrían ninguna legitimidad por lo que no beneficiaría a ninguna de las partes ni a la sociedad.
Pese a ser el escenario predilecto el del un CNE por consenso, los analistas consideraron que los rectores deben cumplir con los requisitos de la Constitución y la Ley del Poder Electoral, que puedan garantizar la imparcialidad y credibilidad del ente.
Por las redes sociales han circulado nombre de posibles candidatos a rectores del CNE, entre esos nombre aparecen los comunicadores sociales, ex rectores, es diputados o personas vinculadas a partidos políticos.
“Mientras, tanto la oposición, representada en el G4 –Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo–, como el régimen estén jugando a colocar ahí a sus fichas de confianza y no a la que generen confianza, indudablemente estamos muy lejos todavía de tener un CNE transparente, capacitado, de personas proba y que lleguen por sus conocimientos y no por cuota de repartición partidista”, manifestó Sánchez.
Vallés consideró que si “ese es el perfil de los rectores, evidentemente van a tener muy pocos atributos técnicos, muy poco aval técnico electoral. Pareciera que está buscando más bien personas que tengan una gran gestión política”.
El politólogo resaltó la importancia de que los rectores tengan conocimientos en el proceso automatizado de votación y en los procedimientos internos. “Una cosas son los rectores y otra la gerencia media, los directores y los equipos técnicos del CNE, que siguen respondiendo a las inclinaciones de la revolución”, alegó.
De no estar capacitadas estas personas, mencionó, no podrá ser posible un CNE que preserve el voto y al preferencia del pueblo, más allá de las pugnas políticas.
Vía – Elnacional