Un enfrentamiento entre bandas rivales terminó con un sangriento motín en una cárcel de Altamita, en el estado de Pará, al norte de Brasil. Al menos 50 muertos, entre ellos unos 15 decapitados, fue el resultado de esta matanza entre presos.
Según el diario digital Pará, al principio dos guardias del Centro de Recuperación Regional fueron tomados como rehenes durante cinco horas, quienes fueron liberados más tarde.
Autoridades de la Superintendencia del Sistema Penitenciario de Pará explicaron que uno de los grupos criminales invadió el espacio de otro, en el anexo A de la cárcel, provocando el motín y la muerte de la mayoría de los privados producto de la asfixia, luego de incendiar las áreas.
Este es la segunda mayor masacre en cárceles que ocurre durante el 2019. En mayo, 55 presos fueron asesinados en el estado de Amazonas.
