El día con el que muchos barcelonistas habían tenido pesadillas, el que nunca quisieron imaginarse, llegó. Leo Messi no volverá a vestir la camiseta del Fútbol Club Barcelona. La leyenda, el mejor jugador en la historia del club, no podrá seguir en la entidad azulgrana, a pesar de que esa era su intención y la del propio club. El miércoles nos íbamos a la cama dando por hecha la continuidad de La Pulga. Desde el Barça aseguraban que estaría el domingo para dar el discurso del Trofeo Joan Gamper, pero un inesperado giro de los acontecimientos mandó ayer todo al traste.
A pesar de todos los esfuerzos hechos por parte del club, no se ha podido alcanzar un acuerdo para hacer viable la continuidad del argentino en la entidad catalana. Desde el Barça se asegura que sí había un trato entre las partes, pero que no había manera de encajarlo dentro de las normas económicas de LaLiga.
Aunque el miércoles por la noche todo indicaba que la inyección de dinero aportada por el fondo de inversión CVC serviría para arreglar la situación económica del club, no ha sido así. El Barça ha preferido dejar pasar esa oportunidad y, de momento, no ha cogido el dinero que le ponía sobre la mesa el acuerdo conseguido por LaLiga. Sin duda, ha pesado ahí el problema que tiene la entidad azulgrana con la patronal a causa de su participación en el proyecto de la Superliga. Los azulgranas eran reacios a aceptar un dinero que les habría solucionado la papeleta.
De este modo, sin esos ingresos, para el Barça resultaba muy complicado conseguir la reducción de la masa salarial que le permitiese inscribir al argentino en la competición.
La reacción de Messi
La postura del club hizo que los representantes de Messi velaran por los intereses del jugador. A 5 de agosto, el Barcelona no era capaz de garantizarle al jugador que podría inscribirlo en la competición.
Llegados a este punto, lo mejor era dejarlo correr. El rosarino no podía permitirse estar a estas alturas del verano sin su futuro resuelto. Mucho menos aguantar hasta el día 31 de agosto y correr el riesgo de quedarse sin equipo. Encima en año de Mundial. Llegaba el momento de tomar caminos separados.
Un problema económico
Desde el club se ha querido incidir en que el problema ha sido estrictamente económico. Había buena sintonía, se había alcanzado un acuerdo para que Leo siguiera vinculado al Barcelona los próximos cinco años, pero no había manera de encajarlo en la realidad actual de las cuentas del Barcelona. No al menos sin aceptar el dinero del fondo de inversión conseguido por LaLiga. Como el Barça, el Real Madrid también mira con recelo esa operación.
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Así, queda descartado que Messi o haya seguido en el Barcelona por no estar convencido con el proyecto deportivo, como se ha llegado a sugerir.
Fuente: Marca
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