Jack Donald Lewis era un estadounidense multimillonario que amaba Costa Rica, hasta tenía propiedades en Bagaces, Guanacaste y decía que le gustaba vivir en suelo tico, pero de pronto desapareció en 1997, un día antes de viajar al país.
El magnate enamorado de los grandes felinos, era conocido como Don Lewis y tenía 59 años cuando se le perdió el rastro.
Lewis tenía un santuario de felinos salvajes junto con su segunda esposa Carole Baskin, llamado Big Cat Rescue, cerca de Tampa, Florida, Estados Unidos.
Una de las versiones es que fue asesinado por su segunda esposa, quien utilizó los restos para alimentar a los felinos.
Días antes de desaparecer Don Lewis dijo que viajaría a Costa Rica, el fin de semana del 16 de agosto de 1997, así lo aseguró su mecánico Dale Lively.
“Trató de convencerme para acompañarlo, me dijo la gente es amable, es hermoso, pero yo no podía ir”, contó Lively.
Sin embargo, no hay señales de que haya viajado, el 18 de agosto de ese año se confirmó su desaparición, mientras que el 19 de agosto del 2002 oficializaron su muerte, a pesar de que nunca apareció el cadáver.
El 20 de agosto de 1997, encontraron su carro parqueado en el aeropuerto de Pilot Country, al norte de Tampa, pero lo extraño es que tiempo antes había discutido con el administrador de ese aeropuerto y dijo que nunca más lo usaría.
Algunas versiones decían que él tomó un avión privado hacia Costa Rica y quizá el avión se estrelló en el Golfo de México, pero nunca aparecieron rastros de la aeronave en este lugar.