Una mutación genética rara, responsable de una enfermedad muscular que afecta a cientos de personas, crea una inmunidad natural contra el virus del sida.
Así lo informaron el jueves investigadores españoles que esperan haber encontrado una pista para nuevos medicamentos contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH por sus siglas en español).
Hasta el momento, sólo se conocía el caso del famoso «paciente de Berlín», Timothy Brown, quien se libró del VIH gracias a un trasplante de células madre que contenían una rara mutación del gen CCR5, lo cual le confirió una inmunidad natural contra dicho virus.
La nueva mutación afecta a otro gen, el de la Transportina 3 (TNPO3), y es mucho más raro. Ha sido descubierto en una misma familia de España, afectada por una enfermedad muy poco frecuente llamada distrofia muscular de cinturas del tipo 1F.
Los médicos se dieron cuenta de que investigadores sobre el VIH estudiaban ese mismo gen, ya que desempeña un papel en el traslado del virus al interior de las células.
Contactaron con genetistas de Madrid, quienes tuvieron la idea de infectar en el laboratorio muestras de sangre de esa familia española con el virus del sida.
La experiencia tuvo un resultado sorprendente. Los linfócitos de quienes padecen esa enfermedad muscular presentaban una resistencia natural contra el VIH; el virus no lograba penetrar en ellos.
«Esto nos ayuda a entender mucho mejor el transporte del virus en la célula», explicó en francés a la AFP José Alcami, el virólogo del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, quien lideró esas investigaciones publicadas en la revista estadounidense PLOS Pathogens.
El VIH es seguramente el virus mejor conocido de todos, dijo Alcami, «pero aún hay muchas cosas que no conocemos bien. Por ejemplo, no sabemos por qué el 5 por ciento de los pacientes infectados no acaban teniendo sida. Hay mecanismos de resistencia a la infección que entendemos muy mal».
El camino aún es largo para explotar este hallazgo, con el fin de producir un nuevo medicamento. Pero el descubrimiento de esa resistencia natural confirma que el gen TNPO3 es otra diana interesante para luchar contra el virus.
Vía – VOA