La economía brasileña creció un 1,2 % en el primer trimestre de 2021 frente al último trimestre de 2020, tras haber sufrido el año pasado una retracción del 4,1 %, su peor resultado en 25 años, y regresó al nivel que tenía a finales de 2019, antes de ser impactada por la pandemia de la covid.
El crecimiento del producto interior bruto (PIB) de la mayor economía suramericana en los tres primeros meses de este año, divulgado por el Gobierno este martes, superó las expectativas de los economistas y sorprendió debido a que no sintió los efectos de la caída del consumo, del aumento del desempleo y de las nuevas medidas de distanciamiento social para frenar la pandemia.
De acuerdo con los datos divulgados por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), tras la histórica contracción del 9,2 % del segundo trimestre de 2020, el más afectado por la pandemia, la economía brasileña encadenó tres períodos seguidos de expansión: 7,8 % en el tercer trimestre, 3,2 % en el cuarto y 1,2 % en los tres primeros meses de este año.
Tal recuperación, pese a la desaceleración del ritmo de crecimiento, permitió que el PIB brasileño volviera al nivel que tenía en el cuarto trimestre de 2019, es decir al nivel que tenía antes de la pandemia, según el IBGE.
«El crecimiento en el primer trimestre nos coloca en el nivel prepandemia y muestra que Brasil va a terminar el año con un crecimiento digno de registro», festejó el ministro brasileño de Infraestructura, Tarcisio Freitas.
El resultado refuerza las proyecciones, tanto del Gobierno como de los economistas y de organismos como la OCDE, de que Brasil terminará 2021 con un crecimiento económico de cerca del 4,0 % y superará las pérdidas provocadas por la pandemia.
De cumplirse tales previsiones, Brasil podrá retomar su recuperación económica tras la histórica recesión que sufrió en 2015 y 2016. El PIB brasileño venía creciendo lentamente (1,3 % en 2017, 1,8 % en 2018 y 1,4 % en 2019) tras las fuertes retracciones de 2015 (-3,5 %) y de 2016 (-3,3 %).
El crecimiento del primer trimestre sorprendió a los economistas, que inicialmente temían un resultado negativo por el agravamiento de la pandemia en Brasil con la llegada de una segunda ola en febrero y las nuevas medidas restrictivas adoptadas por Gobiernos regionales.
«Incluso con la segunda ola de la pandemia, la economía creció en los primeros meses del año ya que, a diferencia de 2020, no hubo tantas restricciones que impidieran el funcionamiento de las actividades económicas», explicó la coordinadora sobre los estudios de Cuentas Nacionales de IBGE, Rebeca Palis.
El resultado del primer trimestre también sorprendió debido a que se produjo en medio de un desempleo récord (14,7 % de la población activa) y de la suspensión, al menos en los primeros meses de este año, de los subsidios que el Gobierno distribuyó en 2020 para ayudar a los más pobres a paliar los efectos de la pandemia.
El desempleo, la suspensión de las ayudas y el aumento de la inflación hicieron que el consumo de las familias, principal motor de un país con 210 millones de habitantes, cayera un 0,1 % en el primer trimestre frente a los últimos tres meses de 2020 y un 1,7 % en la comparación con los tres primeros meses del año pasado.
Mientras que el consumo de las familias, que es responsable por el 60 % del PIB brasileño calculado según la demanda, sufrió una caída del 0,1 %, el sector servicios, responsable por el 70 % del PIB brasileño calculado según la oferta, tan sólo creció un 0,4 %.
Ante la debilidad de estos dos importantes indicadores, el crecimiento de Brasil en el primer trimestre terminó impulsado tanto por la agropecuaria, cuya producción saltó un 5,7 %, por la inversión y por las exportaciones, favorecidas por el aumento de la demanda mundial y el incremento de los precios de las materias primas.
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De acuerdo con el IBGE, la formación bruta de capital fijo (inversión productiva) avanzó 17,0 % en el primer trimestre, su mayor tasa desde el segundo trimestre de 2010.
La tasa de inversión en Brasil en el primer trimestre fue equivalente al 19,4 % del PIB, por encima de los tres primeros meses del año pasado (15,9 %).
Pese a la fuerte recuperación en el primer trimestre, los economistas alertan que el crecimiento de la economía de Brasil en lo que resta del año dependerá del avance en el control de la pandemia y de la aceleración de la campaña de vacunación, que aún marcha a pasos lentos.
Fuente: EFE